Los ministros de Relaciones Exteriores de India y China convinieron en retirar decenas de miles de soldados de su tensa frontera.
Los ministros de Relaciones Exteriores de India y China convinieron en retirar decenas de miles de soldados de su tensa frontera, mantener una distancia razonable y aliviar las tensiones en la fría y desértica región de Ladakh, donde ambas partes tuvieron en junio su enfrentamiento más mortífero en décadas.
Los ministros de India, S. Jaishankar, y de China, Wang Yi, se reunieron en la capital rusa el jueves por la noche y coincidieron en que "la situación actual en las zonas fronterizas no es de interés para ninguna de las partes", según una declaración conjunta emitida el viernes.
Desde la semana pasada, los gigantes asiáticos se han acusado entre sí de invadir con sus soldados el territorio del otro y hacer disparos de advertencia por primera vez en 45 años, amenazando con desatar un conflicto militar a gran escala.
Los ministros de Relaciones Exteriores no establecieron ningún cronograma para la retirada de decenas de miles de soldados que han estado atrapados en un callejón sin salida desde mayo, pero acordaron que "ambas partes respetarán todos los acuerdos y protocolos existentes sobre asuntos fronterizos entre China e India, mantener la paz y la tranquilidad en las zonas fronterizas y evitar cualquier acción que pueda agravar la situación".
La disputada frontera de 3,500 kilómetros separa los territorios controlados por chinos e indios desde Ladakh en el oeste hasta el estado de Arunachal Pradesh, en el este de India, que China reclama en su totalidad.
El último enfrentamiento es sobre partes de un paisaje prístino que cuenta con la pista de aterrizaje más alta del mundo y un glaciar que alimenta uno de los sistemas de riego más grandes del planeta.
