El expresidente maliense Ibrahim Boubacar Keita, depuesto el pasado 18 de agosto por un golpe de Estado, va a abandonar en las próximas horas su país hacia un destino del Golfo Pérsico para recibir atención médica. (ARCHIVO)
El expresidente maliense Ibrahim Boubacar Keita, depuesto el pasado 18 de agosto por un golpe de Estado, va a abandonar en las próximas horas su país hacia un destino del Golfo Pérsico para recibir atención médica.
Según varias fuentes concordantes, un avión medicalizado trasladará hoy al presidente depuesto, probablemente hacia Emiratos Árabes, con una escala en un país vecino, que no se precisó.
Boubacar Keita fue hospitalizado el pasado martes tras haber sufrido un leve ataque parecido a un derrame cerebral, antes de obtener el permiso de la junta militar que dirigió el golpe para poder viajar fuera del país, teóricamente con compromiso de regreso por su parte.
El motivo del viaje es realizar exámenes médicos, aunque varios observadores estiman que podría ser el comienzo de un exilio del presidente derrocado fuera del país.
Tras el golpe de Estado del 18 de agosto, IBK y varios responsables de su gobierno fueron detenidos entonces, antes de ser liberados una semana después tras la mediación de la Comunidad de Estados de África del Oeste (CEDEAO).
Ibrahim Boubacar, junto a otros responsables de su gobierno disuelto, podría ser encausado por distintos delitos de corrupción.
La junta militar golpista, que lleva el nombre del Comité Nacional para la Salvación del Pueblo, dirige este fin de semana consultas con diferentes grupos políticos civiles del país para preparar el terreno hacia la transición.
Además de la inestabilidad política, Mali sufre violencia intercomunitaria y frecuentes ataques yihadistas contra el Ejército libio y las fuerzas extranjeras desplegadas en extensas zonas en el norte y centro del país.
