En 1911 el doctor Manuel Uribe Troncoso publicó los Anales de Higiene Escolar para informar sobre los trabajos que realizó el Servicio Higiénico Escolar durante el año transcurrido entre los meses de julio de 1908 y 1909 así como los trabajos que se presentaron en el III Congreso Internacional de Higiene escolar efectuado en París del 2 al 7 de agosto de 1910.
Uno de los trabajos trata sobre el examen médico individual realizado a 17,534 alumnos de las escuelas primarias del Distrito Federal; se diagnosticaron escrofulosos (4.25%), tuberculosos (0.13%), niños con lesiones cardiacas (0.54%), enfermos de la piel (11%), de la boca (12.27%), afecciones de la vista (11.24%), del oído (3.1%), lesiones nasofaríngeas (6%) y los niños con defectos en la locución (0.33%) y por otro lado la información relativa a los niños separados por enfermedades contagiosas de los 30,000 que asistieron a la escuela, siendo los de mayor frecuencia los que padecieron de pediculosis (piojos, 719), tiña (676), sarna(565), sarampión (161), escarlatina (117) y viruela (71). El médico daba su opinión y colaboraba con el director para formar la cédula sanitaria, dirigir la educación física, los comedores escolares, y además medía el peso, la estatura, el perímetro torácico para corroborar si el crecimiento se hacía de una manera normal.
En los trabajos del congreso se presentaron como objetivos de la inspección médica individual la profilaxis de las enfermedades contagiosas y el mejoramiento de la salud general del niño; el doctor inglés James Kerr opinó que las enfermedades contagiosas habían de observarse a nivel de la población y que si la inspección médica no era seguida de tratamiento quedaba casi sin valor, por lo que pesar, medir y registrar los antecedentes personales de los normales constituía una pérdida de tiempo y dinero.
Más de cien años después tenemos nuevas epidemias; el incremento en el sobrepeso y obesidad debido a los cambios en el acceso y consumo de alimentos, y en los cambios de los estilos de vida llevaron al Gobierno Federal a declarar el 1 de noviembre de 2016 la emergencia epidemiológica EE-3-2016 para apuntalar las estrategias para la prevención y el control del sobrepeso; entre ellas está el Acuerdo Nacional para la salud alimentaria que incorpora la asignatura de salud en las escuelas, limita allí mismo la publicidad y venta de alimentos chatarra, brinda cursos sobre nutrición, propone la creación de huertos escolares en la educación básica y propone monitorear nuevamente el peso y talla en los niños a partir del tercer grado de primaria así como el etiquetado de alimentos y bebidas en las que sellos negros de forma hexagonal advertirán sobre el exceso de calorías, grasas, sodio y azúcares.
Aunada a esta epidemia, este año se presenta la pandemia de enfermedad por coronavirus, en la que la obesidad y la diabetes se reportan como comorbilidades importantes en los decesos; en La Laguna, el 15% de los decesos por COVID-19 reportan la primera y el 28% la segunda en los 593 decesos ocurridos desde principios de marzo a mediados de agosto de este año.
