Mason Rudolph (i) se hizo famoso el año pasado por su pelea con Myles Garrett, defensivo de los Browns de Cleveland.
Mason Rudolph pasó una parte del receso entre campañas mirando cada jugada en la que participó con los Acereros de Pittsburgh durante 2019. En muchos casos, vio la acción más de una vez.
El video permitió que el quarterback sustituto confirmara un par de hipótesis. La primera indica que puede ser un titular en la NFL y no solo ocupar el puesto en caso de emergencia, como ocurrió el año pasado a raíz de que Ben Roethlisberger abandonó en el descanso el encuentro de la segunda semana por una lesión en el codo derecho.
La segunda advierte que hace falta mucho trabajo por hacer para que esa titularidad sea un hecho.
"No dirigí a nuestra ofensiva al nivel para cumplir con los estándares de los Acereros de Pittsburgh", reconoció Rudolph ayer. "Si analizamos los videos, vemos nuestras deficiencias y el modo de mejorar".
Rudolph tuvo una foja de 5-3 como titular, en buena medida gracias a una defensiva que se ubicó como la quinta mejor de la NFL.
Su peor momento llegó en la semana 14, una derrota terrible ante Cleveland, que no se recuerda tanto por los cuatro pases que le interceptaron, sino por su riña con el defensivo Myles Garrett.
El jugador de Cleveland le arrancó el casco a Rudolph y lo golpeó en la cabeza con éste.
Luego, Garrett dijo que había perdido los estribos porque Rudolph lo insultó con un término racista. La NFL suspendió por tiempo indefinido al defensivo, pero no encontró evidencias sobre las expresiones atribuidas a Rudolph.
El quarterback quiere dejar atrás lo ocurrido. Tal vez sea revelador de que lo ha logrado el hecho de que no se le haya mencionado el tema durante una sesión de 10 minutos de entrevistas.
