La medida se había iniciado por una campaña de ‘no desperdiciar comida’. (INTERNET)
Un restaurante de la ciudad de Changsha, en China, se vio envuelto en un escándalo luego de que se supo que pesaba a sus comensales antes de atender sus pedidos.
Según informa la BBC, se instaló una báscula en la entrada del establecimiento y a partir del peso de la personas, una aplicación arrojaba el menú que ‘mejor les iba’ a los clientes, de acuerdo con sus necesidades calóricas.
La iniciativa se había impuesto a raíz de una campaña nacional llamada 'Platos limpios', contra el desperdicio de alimentos.