Ejercicio poético. Enrique Robledo tiene seis años entregado a la redacción de la poesía.
Las notas musicales de Luis Alberto "El Flaco" Spinetta orillaron al lagunero Enrique Robledo hacia los muelles del puerto poético. Al zarpar en su aventura, la inspiración provocó que el joven quisiera plasmar en papel esa sensación que le había generado el músico argentino.
"Un día, regresando de la preparatoria, solamente tomé un cuaderno y sin pensar dejé que mi mano se soltara. Me causó mucha satisfacción porque en ese entonces era alguien que tenía muchas cosas acumuladas, que no había podido externar, y lo hice a través de la poesía, y trajo consigo mucha calma".
Así, todos los días, tras terminar sus clases en la preparatoria, Enrique volvía a casa, preparaba su café, ponía música y desataba si instinto de escritor sobre el papel.
El poeta asegura que en un principio, trataba de imitar la escritura de Spinetta, pues se identificaba con él y la admiración que le profesaba era muy grande. Aunque más tarde se dio cuenta de que no podría escribir como él, porque sencillamente no era él; Enrique tenía que encontrar su propia voz.
En este tiempo, ha podido expresarse con sus propias palabras, acentos y cadencias. La música también ha sido una compañera, pues la influencia de su hermano, el músico Alberto Robledo, le ha permitido combinarla con la poesía.
"Al final se compone de lo mismo: ritmo, armonía y melodía. Al momento de escribir, procuro tener esta inconsciencia para poderlo plasmar, que mi poesía lleve una armonía y una melodía, que los ritmos se representen con las comas, los puntos con los versos, todo esto. Creo que ha sido la mejor manera en la que he podido juntar estas dos artes".
Así que, en este 2020, Robledo decidió recopilar distintos poemas escritos en el transcurso de los dos últimos años, en su mayoría. Su génesis se dio a partir de que decidió compartir su obra ante ojos ajenos.
"Con esa devolución de energía, esa reciprocidad, me percaté de que mi voz cobraba más sentido cuando alguien recibía esas palabras".
El poemario La soledad, el amor y la libertad (2020), cuenta con 43 poemas y tres cuentos cortos. Éste surge a partir de que estas tres palabras son la inspiración más fuerte para Robledo. En sus poemas, estas tres emociones cuentan con una presencia. Recuerda que fue la soledad, en su adolescencia, el primer sentimiento al que se enfrentó.
En cuanto al amor, comenta que es imposible separarlo del arte; la pieza artística siempre debe estar marcada por ello. Esto permite observar al sentimiento de diferentes maneras. Para Enrique, el amor va más allá de toda descripción.
"Por último, la libertad es algo que he estado en constante búsqueda de mi propia libertad como artista, como persona".
Esos tres elementos son los que se han presentado con mayor frecuencia durante su corta carrera.
