Una válvula de alivio es un dispositivo cuya función principal radica en evitar que una instalación determinada sobrepase un límite de presión preestablecido, evitando así daños y percances en el funcionamiento general de la misma.
Para que una válvula de alivio cumpla su función, se debe fijar un valor de regulación o de seteado. De esta forma, cuando la presión de la cañería en la que esté conectada sobrepase el límite del seteo, la válvula se abre permitiendo el pasaje hacia la descarga del fluido.
Este tipo de componentes se caracteriza por tener una fuerte presencia a nivel industrial, por lo que es común encontrar válvulas de alivio en el catálogo de empresas especializadas como Flowtrend.
Dónde se utilizan las válvulas de alivio
Los usos de una válvula de alivio son numerosos y abarcan distintos tipos de ámbitos. El de la industria, el doméstico y el comercial son algunos de ellos y, al mismo tiempo, los más destacados.
Esta multiplicidad de ámbitos de aplicación se traduce en la existencia de una gran variedad de tipos de válvulas de alivio, aunque todas ellas cumplen la misma función de base.
Los más comunes se pueden apreciar en la actividad industrial, ámbito en el que la válvula de alivio desempeña un rol de suma importancia si se considera la dimensión de las instalaciones propias de este tipo.
Entender su función
A grandes rasgos, las válvulas de alivio o de seguridad se dividen en dos grupos: los modelos mecánicos y los modelos neumáticos. Esta distinción tiene su motivo en el método de regulación de la válvula, el cual presenta dos opciones importantes.
En una válvula de alivio mecánica, la regulación es fija y se produce a través de un resorte, por lo que necesita de un sistema adicional que permita la apertura de la válvula de forma manual. Dicho de otra manera, no permite una automación del sistema ni tampoco apertura para el lavado del mismo.
En cambio, una válvula de alivio neumática, en vez de tener un resorte, tiene un sistema neumático con el cual genera la presión que cierra la válvula y da el límite de apertura. Esta característica presenta la ventaja de que, así, la válvula se puede regular y manejar a distancia a través de un tablero, por ejemplo.
Las válvulas de alivio son diseñadas para tolerar distintos rangos de presión, los cuales oscilan entre niveles bajo, medio y alto. Es por esto que las dimensiones del cuerpo de cada una de ellas son distintas.
A nivel estructural, toda válvula de alivio o de seguridad presenta las mismas características, que son apreciables a simple vista. Por un lado, disponen de una boca inferior que es la que permite realizar la conexión a la tubería o al sistema en el cual se desea regular y limitar la presión de fluidos.
En segunda instancia, se aprecia la boca que se halla a noventa grados en relación a la que establece la conexión con la instalación. Mediante ésta se produce la descarga del elemento existente en la cañería principal, siempre que la presión ejercida por el mismo sea superior a la del valor de regulación.
En el caso de que la válvula de alivio sea neumática, este cilindro vertical contiene un pistón donde a través de aire comprimido se lleva a cabo la regulación de la presión del sistema. Si, en cambio, la válvula es mecánica, para su activación dispone de un sistema de resortes en su interior.
De cualquier manera, en ambos se genera una presión contra el asiento de la válvula que activa el cierre del circuito. En otras palabras, ya sea por presión neumática o por resortes, estos dispositivos cierran o empujan una válvula interna sobre su asiento de forma tal que el circuito quede clausurado.
Por último, además de las dos bocas mencionadas, en algunas válvulas de alivio es posible encontrar un sistema de accionamiento manual que permite la apertura de la válvula. Por lo general, ésta se encuentra en el extremo opuesto a la boca de conexión.
