Don Víctor Hugo Santos Herrera expresó sentirse feliz de continuar con el negocio familiar, instalado en la ciudad desde el año de 1985. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Como es característico de la ciudad de Torreón, esta suele brillar por sus memorables historias y personajes que la conforman, lo que la convierte en la 'Perla de La Laguna'.
El Mercado Juárez es sin duda uno de los sitios más emblemáticos del municipio, lugar de tradición reconocido gracias a los diversos comercios que lo conforman y que facilitan la vida de los laguneros con sus productos y servicios.
Uno de estos negocios es la Reparadora de Calzado Santos, que pese a la difícil situación que enfrenta la sociedad por culpa de la pandemia por COVID-19, el negocio se ha mantenido a flote ofreciendo sus servicios a todo aquel que lo requiere.
Víctor Hugo Santos Herrera, dueño y encargado del establecimiento, expresa sentirse feliz de continuar con el negocio familiar que cuenta con poco más de 35 años de existir dentro de las instalaciones del mercado, desde su apertura en 1985.
Haciendo honor a su apellido y sin perder la oportunidad de rendir tributo al equipo de futbol lagunero, la Reparadora de Calzado Santos se 'pinta de verde' para atender a sus clientes con productos que, orgullosamente expresa, se surte en el sector de la Alianza.
Con gusto y ánimo, Don Víctor echa a andar su máquina de codo con la que se encarga de 'regresar a la vida' infinidad de calzado y bolsas que sus clientes con confianza suelen llevarle, conociendo su trabajo que se ha acreditado a través de los años.
Al igual que otros, el negocio de calzado se ha visto en dificultades por las bajas ventas, las cuales se redujeron casi un 50% desde que comenzó la pandemia.
"Normalmente tenemos más de 30 clientes por día, pero con esta situación apenas contamos con 10 o 15 clientes que nos llegan diario", agregó.
El trabajo de Don Víctor, quien labora en compañía de su cuñado Juan Burciaga, consiste en brindar mantenimiento al calzado, bolsas o mochilas, que va desde bolear o pintar zapatos hasta la reconstrucción completa de la suela u otros detalles. El trabajo puede tardar en estar listo desde media hora hasta un día o más, dependiendo de la complejidad del mismo.
Asimismo, Don Víctor comenta que, aunque pocas, ha vivido algunas dificultades por parte de algunos clientes, pero que afortunadamente estas experiencias son mínimas a comparación de las buenas que lo dejan con una sensación de satisfacción al ver los rostros felices en sus consumidores.
A pesar de los problemas que les ha traído la pandemia a la familia Santos, sus miembros se esfuerzan con gusto por mantener el negocio a flote y continuar ofreciendo su trabajo a todo aquel que lo necesite.
