Canotistas disputan una 'miniregata'

Teniendo como objetivo el mantener viva la tradición de la Gran Regata del Río Nazas y rendir un homenaje a personajes recientemente fallecidos, quienes tuvieron mucho que ver con el evento, se efectuó la edición 57 de la travesía, aunque con varias modificaciones debido a la pandemia del COVID-19.

Fue durante el pasado fin de semana que se desarrolló la extenuante prueba y entre los cambios hechos, debido a la emergencia sanitaria, se modificó el recorrido y no se hizo publicidad previa en los medios de comunicación, pues al contrario de años anteriores, en que se invitaba al público en general a asistir a las márgenes del Río Nazas para aplaudir a los remeros, ahora se buscó que no se presentaran las aglomeraciones de personas.

RECORRIDO

Desde años atrás, la travesía por las aguas del "Padre Nazas" ha sido de 147 kilómetros, partiendo de Rodeo, Durango, hasta el Parque Nacional Raymundo, recorrido dividido en tres etapas diarias. Ahora se recortó a la mitad y las dos primeras etapas se efectuaron en el municipio de Nazas, mientras que la tercera fue en Lerdo, sin entrar a la Presa Francisco Zarco.

Tampoco hubo cronometraje, solamente se trató de una prueba de resistencia y a todos los que completaron el recorrido de 78 kilómetros se les entregó un reconocimiento por igual. Donde sí hubo premiación fue en la categoría juvenil, en la que los jóvenes remeros no hicieron todo el recorrido, sino que cubrieron un circuito de kilómetro y medio en el Parque Raymundo, dando tres vueltas, resultando ganador Uriel Guadalupe López Hernández, de 14 años, quien vino desde Oaxaca a tomar parte en esta tradicional regata lagunera.

En la travesía se inscribieron 54 canotistas, entre novatos, clasificados y veteranos, mientras que en juvenil hubo 14 competidores, con lo que el evento se consideró un éxito, pues aunque se tuvieron algunos incidentes como volcaduras y kayaks rotos, nada de consecuencias serias. Los municipios de Nazas y Lerdo otorgaron los permisos para la Gran Regata, siempre y cuando se respetaran las medidas sanitarias para prevenir contagios del COVID-19, tomando en cuenta que se trata de una actividad al aire libre, sin contacto directo entre los participantes y sin las concentraciones de ediciones anteriores, en las que incluso había actuación de grupos musicales, elección de reina e incluso baile. En esta ocasión solo se hizo una breve ceremonia de entrega de reconocimientos. Se espera que el año entrante vuelva la fiesta de la Gran Regata, una vez que pase la emergencia sanitaria.

LOS QUE SE FUERON

Muchos laguneros han tenido que ver de una u otra manera con la Gran Regata desde 1960 y ya buen número se han adelantado en el camino. A ellos se les recordó en la edición 57 de la travesía. En especial a Don Julio Villalobos, un prestigiado empresario, quien falleció hace pocos meses y que fue uno de los pioneros de la Gran Regata, incluso participando, además que siempre la apoyó. También se recordó al veterano Juan Manuel González.