El melón es un cultivo que en la región Lagunera cubre una importante superficie que da ocupación a una gran parte de la población campesina especialmente. Cabe señalar que se siembra en muchos de los 15 municipios que conforman la Comarca Lagunera como es la parte de Coahuila tales como Matamoros, San Pedro de las Colonias, Francisco I Madero y Viesca, mientras que en la parte de Durango están Tlahualilo, Gómez Palacio, Mapimí, Bermejillo, Lerdo, entre otros.
El melón como fruto es de un sabor exquisito que contiene gran cantidad de nutrientes que aporta grandes beneficios para la salud. Contiene vitamina A que nos ayuda a evitar la resequedad de las mucosas y en la piel, vitamina E que es un poderoso antioxidante que entre otros beneficios ayuda a prevenir el cáncer y las enfermedades vasculares, es muy buen diurético y es un laxante suave y ayuda a eliminar toxinas y a neutralizar la acidez, entre otros más beneficios.
El melón puede aprovecharse en fresco que es lo más recomendable. Así se aprovechan todas sus propiedades, pero además podemos disfrutarlo en mermelada, jaleas, licor, en aguas frescas, y dulces, pero también las semillas suelen aprovecharse en elaborar la horchata de melón que consiste en licuar las semillas, se cuela y se le agrega el agua y azúcar necesaria, hielos y esta es una agua diferente, fresca, económica y muy nutritiva además sigue conservando su deliciosa esencia de melón.
El melón constituye una importante derrama económica a la región Lagunera y da ocupación gran parte del año ya que existen etapas de cosecha, como la etapa temprana que se da en los municipios de Matamoros y Viesca, Coahuila los cuales empiezan a cosecharse en abril. Sigue la etapa intermedia que se empieza a cosechar en junio y termina a finales de julio, y esto es en San Pedro Coahuila y Tlahualilo, Dgo. Y terminamos con las etapas tardías nuevamente en Matamoros, Coahuila y también para Ceballos, Dgo, la cual inicia a principios de agosto y termina a finales de octubre. El melón lagunero por ser un producto de excelsa calidad se comercializa en grandes mercados del país como Ciudad de México, Monterrey, Puebla y Guadalajara entre otros más, también suele exportarse pero este año debido a la pandemia por el COVID-19 esta exportación no se realizó, incluso bajo la comercialización interna debido a esta misma problemática.
El desarrollo de cultivares modernos europeos, asiáticos y americanos ha permitido ofrecer a los productores gran diversidad de variedades e híbridos, que se diferencian por características asociadas al fruto principalmente forma, tamaño, color y textura de la cascara y de la pulpa. Existe una variada calidad final en la madurez asociada a la concentración de azucares (grados brix), textura y aroma. Se reconoce muchas variedades; variedades de melón más producidas en la región lagunera son melones chinos o canataloupe como son Mamut, Cruiser, Bronco, Navigator, Expedition. Tipo Harper o Larga Vida: Megapac, Cannon, Zacapa Gold.
Desafortunadamente todo el esfuerzo de los productores no les es compensado pues el "Coyotaje" se lleva sus ganancias. Para la producción de los exquisitos melones es importante darle los riegos oportunos y también es fundamental la participación de los insectos polinizadores especialmente las abejas.
A continuación una bella poesía alusiva al tema de hoy:
EL MELÓN
María Luisa Heras Vázquez
Esa media luna de melón, fresca buena y
señorial,me la como a mordiscos, bajo la gran parra vieja,junto a la higuera seca, sobre el mantel
amarillo.Conversando con amigos,
frente al mar tan conocido, que se aleja y se pierde, en el añil suave y profundo,
donde aparecen estrellas, a lo lejos. Y se
acercan,desde el perdido horizonte, mientras se acerca la noche.
Muerdo el melón con ganas,
en tajada cortada gruesa,
que mis dedos sostienen. Su sabor dulzón
me inunda,toda la boca, y algún sentido. Y siento el sabor aquel...
de todos los veranos, de todos los amigos,
de todas las cenas, de todos los mares.
Tal vez haya otros, mordiendo otras "tajadas".
No precisamente de melón.
¡Pero eso no me concierne!
ni quiero pensar en ello.
Ni me importa lo que hagan,
aquellos ávidos de poder. ¡Nada de política!
Cenamos!
Y de nuevo, hundo mis dientes, en
la fresca tajada de melón.
Y agradezco a mis amigos, esta cena
y este plato repleto,
de tajadas de melón... a la espera de mis dedos,
de mi boca y de mis dientes.
Para disfrutar junto a ellos,
todo el sabor de esta tierra.
