Las Naciones Unidas no lograron un acuerdo para mantener el acceso humanitario en Estados Unidos.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas rechazó este viernes una nueva propuesta rusa para reducir de dos a uno los cruces fronterizos por los que se suministra ayuda humanitaria a la población del norte de Siria, y cuyo funcionamiento expira ayer.
El borrador de resolución ruso, que a diferencia del presentado el pasado miércoles prolongaba el periodo de autorización de 6 a 12 meses, ha obtenido cuatro votos a favor y siete en contra, mientras que otros cuatro países se han abstenido.
Moscú propuso el nuevo borrador pocas horas después de vetar junto a Pekín otra propuesta para mantener la apertura de los dos cruces transfronterizos de Bab al Salam y Bab al Hawa, que son gestionados por Naciones Unidas, y que contó con el respaldo de 13 de los 15 países del máximo órgano ejecutivo de la ONU.
Naciones Unidas considera estos pasos vitales e, incluso, ha solicitado que se active un tercer puesto que fue cerrado con anterioridad por presiones de Rusia.
Este es el cuarto borrador que se presenta sin éxito esta semana ante el Consejo de Seguridad sobre los pasillos transfronterizos entre Turquía y Siria y que está mostrando, una vez más, las diferencias irreconciliables en el seno del órgano entre Rusia y China, por un lado, y el resto de la comunidad internacional, pero en especial Estados Unidos y Europa, por el otro.
Antes de presentar su segunda propuesta fallida, Rusia, principal socio de las autoridades sirias, insistió en que su postura es "el cierre gradual de los cruces y la eliminación gradual de todo mecanismo basado en la evaluación de la situación en áreas fuera del control del legítimo (Gobierno) sirio" y volvió a solicitar el levantamiento de las sanciones contra Siria que considera "unilaterales".
