Columnas Finanzas

Las decepciones del ‘Home Office’

LUIS ARRATIA

El “trabajo en casa” o HOME OFFICE es una excelente y avanzada práctica por los muchos beneficios que trae al trabajador, a la empresa y a la sociedad en general. Pero también puede tener su lado oscuro si no se maneja adecuadamente. La clave de un trabajo en casa exitoso es haber tenido bien definidas las responsabilidades, actividades, medios y/o herramientas de las personas que ejecutarán el trabajo en casa; así como el tiempo que las personas estarán trabajando en casa y qué tiempo en la oficina. Hemos visto que la empresa promedio no se da a la tarea de llevar a cabo un proceso de planeación estratégica adecuado en donde, entre otras cosas, se establezcan las actividades, responsabilidades y perfiles de cada puesto de trabajo, resultando esto en un HOME OFFICE deficiente, difícil y, en veces, tortuoso.

Lo que hemos vivido desde finales de marzo y que, al parecer estamos necesitando volver a esa situación, conceptualmente sí fue un trabajo en casa. Sin embargo, esta modalidad vivida no cumple del todo con los parámetros para ser considerado un HOME OFFICE “bien hecho”, pues fue más forzado que cualquier otra cosa y, en bastantes casos, no se dieron las condiciones necesarias en varios sentidos.

Hay una publicación de FORBES que me resultó muy interesante sobre este tema. Dicha publicación se basa en una encuesta que se hizo a un grupo de profesionistas, entre los cuales, 51% están entre los 41 y 55 años, 22% entre 31 y 40 años, y 13% Entre 18 y 30 años. Resalta que, solo el 54% dijo contar con trabajo actualmente. Además, el 81% dice que el trabajo en casa llegó para quedarse.

Dentro de los aspectos POSITIVOS de esta encuesta, estos fueron los puntos que prevalecieron en los encuestados:

-62% dijeron ser más eficientes trabajando desde casa.

-56% apreciaron el ahorro de tiempo que tuvieron en los traslados a su trabajo.

-16% disfrutó la compañía de sus seres queridos durante las horas de trabajo y poder haber compartido más tiempo de lo normal con ellos.

-9% trabajó más tranquilo en su casa que en la oficina.

-9% tuvo mejor concentración en casa.

Sin embargo, estos profesionistas notaron los siguientes aspectos NEGATIVOS del HOME OFFICE:

-60% dijo tener la certeza que, estando en la oficina, se pueden generar nuevos proyectos e ideas, lo cual difícilmente sucede estando trabajando desde casa.

-23% extraña a sus compañeros de oficina.

-33% terminaron trabajando más horas que antes.

-16% han tenido dificultades en “desconectarse” y establecer límites entre su vida personal y profesional.

-2% no han contado con el equipo necesario para trabajar adecuadamente desde sus casas.

-9% no se toma los mismos descansos que se toma en la oficina.

-8% dijo no haber tenido la comunicación normal con el equipo, lo cual le dificultó realizar su trabajo.

-6% dejaron de sentir el apoyo de sus jefes.

Creo que podemos decir que estas respuestas son el resultado de, específicamente, estas semanas/ meses de “trabajo en casa forzado” por la pandemia. Quizás, los comentarios positivos vienen del cambio radical en la forma de trabajo, la sensación de libertad, estar más cerca de mis seres queridos, el sentir un poco menos de responsabilidades. Sin embargo, ese “encanto” termina al darnos cuenta de que las cosas no se están dando de la forma que se esperaba. Que, en realidad, no soy más libre, no tengo las ventajas que esperaba, no estoy trabajando cómodo y no estamos organizados cómo esperábamos. Que no tengo más tiempo que antes con mi familia e incluso, en el peor de los casos, hasta terminé quedándome sin empleo.

Las empresas debiéramos reflexionar las lecciones aprendidas en esta pandemia y saber que debemos buscar ser competentes como empresa y como grupo de personas, pues siempre habrá malos y buenos tiempos. Seremos tan competentes como nuestro personal lo sea. Y, para lograr que nuestro personal sea competente, primero tenemos que ser competentes como líderes, responsables de un grupo de personas y del resultado… y para eso, primero debemos tener claros los objetivos de la empresa y la razón de ser de ésta. No hay algo mejor para “bajar” estos principios que un adecuado proceso de planeación estratégica con un INTENSO involucramiento de la alta dirección. Finalmente, esto se traducirá en definición de tiempos y formas, planeaciones a corto, mediano y largo plazo, con lo cual evitamos tomar decisiones de “impulso” o reactivas que dañan al personal y a la empresa. Debiéramos basar nuestro actuar como empresas, en información fehaciente, planeaciones formales, comparación de real contra planeado, contra historia, contra mercado, etcétera. Así mismo, nuestros “tiempos y formas” siempre deben tener certidumbre, para generar empresas atractivas y lugares en donde se desarrollen verdaderos profesionistas. Que esos profesionistas dejen una respetable huella a lo largo de su carrera en la empresa, o hasta si se van a otra empresa. Si logramos tener esto bien aterrizado y definido, el programa o implantación del trabajo en casa o HOME OFFICE, es “pan comido”.

C.P. y M.I. LUIS A. ARRATIA DÍAZ [email protected]

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