Este padecimiento puede afectar a cualquier raza de perro, aunque es más común en los perros que tienen las orejas grandes y caídas, y también los que tienen pelo abundante en las mismas.
Si dejamos que la otitis dure más de cuatro o cinco días sin tratarla adecuadamente, entonces se incubarán "agentes etiológicos" (elementos que propician el desarrollo de una enfermedad) tales como las bacterias, ácaros y hongos, dando lugar a que exista por tanto supuración (escurrimiento del líquido purulento con mal olor) y entonces la otitis se complicará causando mucho dolor y comezón.
Prácticamente todas las dolencias del oído del perro pueden ser tratadas con éxito si son tratadas a tiempo. Por esta razón, al menor síntoma de irritación o incomodidad el veterinario debe de ser consultado de inmediato. Una vez que la afección ha progresado, la curación puede retrasarse, hacerse más difícil o aun imposible (crónica).
Habitualmente la mucosa del oído tiende a ulcerarse.
Las principales causas pueden ser un exceso de cera o cerumen (sustancia amarillenta secretada por el oído), un enrojecimiento o eczema de la mucosa del oído debido, en muchos casos a una alimentación con exceso de carbohidratos, así como también a una infección como secuela de un eczema (enfermedad de la piel), a la existencia de parásitos como pueden ser ácaros o golpes directos sobre el oído.
SÍNTOMAS
La primera señal se presenta cuando el animal sacude la cabeza persistentemente o cuando frota la oreja dañada contra el suelo o contra cualquier mueble. Al examinar el oído externo pueden mostrar un exceso de cerumen o un enrojecimiento fuerte con un olor penetrante y desagradable.
Otras causas menos comunes de otitis pueden ser cuerpos extraños, ya que en la cavidad auditiva de las razas de tamaño más pequeñas particularmente pueden penetrar semillas de hierba, o algún tipo de pasto, gravilla, piedritas fragmentos de cristal etc.
En este caso los síntomas son mucho más intensos debido a la irritación de cualquier cuerpo extraño, causando que el perro sienta mucho dolor y comezón excesiva al punto de hacerla casi insoportable.
Otra consecuencia a veces aparejada con la otitis es el hematoma auricular, es decir acumulación de la sangre en un punto por causa de un golpe o magulladura. Cuando ocurre en el pabellón de la oreja se presenta entre el cartílago y la piel.
La causa a mi parecer no es siempre clara, puede ser desde un arañazo o rasguño en el oído debido a una de las afecciones que se han auto infringido ellos mismos o cuando se pelean con otros animales, cuando son agredidos por las personas, o cuando sufren un accidente.
TRATAMIENTO
Este debe ser recomendado y supervisado siempre por un veterinario especialista en pequeñas especies, quien tratará de identificar la causa dando un tratamiento específico a cada caso.
Y ahora para terminar una gota de filosofía: LA PAZ INTERIOR SURGE CUANDO UNO APRENDE A AMARSE A SI MISMO.