Después de tres meses sin actividad a causa de la pandemia por el COVID-19, este miércoles se reanudaron las misas presenciales en las iglesias católicas de Torreón.
Bajo un estricto protocolo sanitario y apegados a la "nueva normalidad", los templos comenzaron a recibir a los feligreses que acudieron con cubrebocas mientras en los accesos ya los esperaban monaguillos con dispensadores de gel antibacterial, termómetros digitales y tapetes sanitizantes.
En la Catedral de Nuestra Señora del Carmen, el obispo Luis Martín Barraza Beltrán presidió la misa y exhortó a los poco más de 50 fieles que acudieron a "portarse bien" y acatar las medidas sanitarias pues de ello dependerá que continúen celebrándose las actividades parroquiales.
Al interior del templo, se adecuaron las bancas para respetar la sana distancia y la comunión se entregará en la mano.
Monseñor dijo que este día comienza el proceso de reapertura de los templos de forma gradual y agregó que las misas presenciales comenzaron a celebrarse desde hoy para ir ensayando previo a las asambleas dominicales pues en éstas suele acudir un gran número de personas.
"Vamos a tener que colaborar en la conciencia de educación, de formación, pues para vivir en esta situación...vale más ir entrenándonos, acostumbrándonos a vivir en esta nueva situación", expresó.
Dijo que esta contingencia sanitaria deja la reflexión de "como somos frágiles, limitados y como ante las adversidades necesitamos hacer cada ves más unión, más fuerzas, estar más unidos. En cuanto a la religión, a la iglesia, nos deja mucha valoración de lo que es la fe, la palabra y los sacramentos".
Luis Martín Barraza Beltrán expresó que con motivo de la contingencia sanitaria por el coronavirus, debe cambiar la actitud así como la manera de evangelizar y vivir la fe.
Cabe señalar que las actividades parroquiales se reactivan en Torreón justo cuando este día el municipio acumula ya los 1,003 casos positivos del virus SARS-CoV-2 (COVID-19), entre ellos 5 fallecimientos.
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Bajo un estricto protocolo sanitario y apegados a la 'nueva normalidad', los templos comenzaron a recibir a los feligreses que acudieron con cubrebocas. (ANGÉLICA SANDOVAL)
