Nosotros DÍA DEL AMOR Y LA AMISTAD Eventos MODA

CIRCUNSTANCIAS

CONCIENCIA SOBRE LA MORTALIDAD

FRANCISCO PINEDA

Hablar sobre la muerte de manera reflexiva no es algo común, y en gran parte de la población se considera un tema tabú, o muy incómodo para entablarlo en una conversación. Esto es entendible, ya que la muerte se asocia con un tópico negativo, o con eventos inesperados como accidentes y enfermedades terminales, sucesos de violencia como homicidio y suicidio, o una pandemia. Sin embargo el tema a veces es inevitable de abordarlo.

Diariamente recibimos información por parte de los medios de comunicación sobre el número de personas que se infectan y fallecen debido a la COVID-19. Números que alarman a gran parte de la población, a los centros de salud, y a empresarios que enfrentan una economía en decadencia. Las escenas, a través del mundo, y que muchos hemos visto o leído en las noticias han sido suficientemente gráficas: El personal médico frustrado y exhausto por no haber podido salvar la vida de un paciente afectado por los síntomas del coronavirus. Tráileres con refrigeración afuera de los hospitales utilizados temporalmente como morgues. Hileras de tumbas preparadas para la gente que sucumbió como resultado del virus. La angustia de mucha gente quien no pudo ver a sus seres queridos antes de morir debido a las reglas de los hospitales. Las funerarias sin capacidad para atender a las personas solicitando servicios para sus familiares, y algunos en sus vehículos formados en fila para poder cremar a un familiar. Todas estas escenas tienen algo en común: una conexión y concientización sobre la muerte.

El concepto de la mortalidad difiere dependiendo de la persona quien la explica basado en su experiencia personal y/o profesional, por ejemplo, un médico, un psicólogo o psiquiatra, un poeta, un filósofo, un empleado de funeraria, un médico administrando eutanasia donde es permitido o legal, una persona quien acaba de sufrir la pérdida de un ser querido, una persona quien estuvo en el hospital al borde de la muerte, o quizá un político. En muchos casos, la experiencia sobre el morir desencadena negatividad y temor como resultado del impacto traumático de la situación. En otros casos, puede generar motivación a salir adelante e implementar cambios a nivel personal que mejora considerablemente un estilo de vida. Por ejemplo, el caso de un alcohólico, quien después de un accidente serio decide dejar el alcohol en forma permanente. O el caso de una persona quien no creía en la legitimidad del coronavirus, pero después de la experiencia de perder a un ser querido, o de haberse contagiado y enfermado seriamente, su nivel de consciencia tuvo un cambio significante.

Wray Herbert, periodista, afirma en uno de sus artículos sobre la mortalidad (Scientific American, enero, 2012) que normalmente cuando pensamos sobre la muerte nos imaginamos una perspectiva abstracta que nos inflige temor, o quizás terror, debido a que combinamos creencias de tipo cultural o conceptos influidos por creencias religiosas, por ejemplo, el miedo de ir a un purgatorio o infierno si la muerte llega en cierto momento. Otra forma de concebir la muerte, presenta la mortalidad más objetivamente, por ejemplo, imaginarse morir naturalmente, un accidente, o una enfermedad contagiosa. De acuerdo al Sr. Herbert, una perspectiva objetiva nos anima a reexaminar nuestras circunstancias y prioridades en la vida, haciéndonos pensar más positivamente sobre la realidad que se está viviendo y permitiéndonos una reflexión más profunda o de crecimiento espiritual. En otras palabras, ideas sobre la muerte, natural o accidental, pueden estimular creencias muchas veces idiosincráticas, o pueden facilitar reflexiones constructivas.

La ciencia de la medicina explica la naturaleza y significado de la muerte como el cese permanente de las funciones biológicas que sostienen un organismo, y para mi, esta es una explicación concreta y objetiva. Para muchos con perspectivas seculares, la muerte es un punto final. Para ciertas culturas y religiones, existe la idea de que la muerte es el punto de partida hacia un lugar no terrenal y el principio de otra vida. En mi opinión, la perspectiva cultural existe en los pensamientos de cada persona, por lo tanto, el concepto de lo que sucede después de morir es el resultado de un estado de la mente y muy válido para la persona que lo posee.

Reflexionar sobre la muerte implica concentrarse en una gama de posibilidades complejas, y no es fácil hablar de ello, ya que es muy difícil concebirla por anticipado. La razón es simple, no queremos morir. Sin embargo, hay que reconocer que no somos inmortales, y que estar conscientes de nuestra mortalidad puede ser liberador y nos puede conducir a apreciar lo que se tiene antes de que llegue el momento de morir. Como decidimos vivir nuestras vidas depende de nuestra percepción sobre cuanto nos queda de ellas. Gracias por su interés en este artículo.

Leer más de Nosotros

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Nosotros

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1715311

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx