Columnas Finanzas

Enseñanzas de la pandemia para altos directivos

LUIS A. ARRATIA DÍAZ

Hoy por hoy, las empresas se han dado cuenta que el trabajo por resultados tiene muchas más posibilidades de éxito que el trabajo en base a “cumplir horarios”. La emergencia sanitaria nos ha llevado a tomar prácticas de alta competitividad para continuar con la labor del día a día.

También ha puesto a prueba las habilidades directivas de muchos líderes para que logren mantener a sus empresas en el mercado y asegurar las mejores condiciones posibles para las personas que ahí laboran.

El trabajo por resultados que, desde luego está casado con el trabajo en casa, implica un arduo trabajo previo de la alta dirección para definir los lineamientos sobre los cuales se debe trabajar y establecer claramente las actividades, resultados, objetivos y responsabilidades que cada miembro del equipo de trabajo de cumplir; todo esto cuidando siempre tiempos y formas.

A continuación, algunas tendencias y/o consideraciones importantes que creo deben estar en la mente de cualquier alto directivo hoy en día:

1. Maneja bases de datos y archivos en la 'NUBE'

De tiempo atrás, la tendencia nos ha encaminado a que absolutamente todos nuestros datos, información, archivos, etcétera, estén siempre disponibles y en plataformas en línea, mejor conocidas como “La Nube”. Los servidores tradicionales son muy costosos, requieren de mantenimiento constante y están sujetos a ataques cibernéticos, desgaste e incluso daños por mal uso y accidentes. Por el otro lado, La Nube ofrece gran seguridad en la información que ahí se tiene, pues es almacenado en servidores de última generación, con mecanismos de seguridad que solo una empresa con bastantes recursos podría tener. Aunado a que se cuenta con “servidores espejo” en otras partes del mundo, por lo que se vuelve poco probable que nuestra información sufriera algún accidente.

Además, teniendo la información en La Nube, se vuelve muy sencillo acceder desde cualquier parte, desde cualquier dispositivo y a cualquier hora a nuestra información.

Como hemos visto, las empresas que tenían adoptadas estas plataformas les fue relativamente sencillo el trabajo a distancia. Esta pandemia nos ha enseñado es que este tipo de plataformas se vuelven muy convenientes. Existen excelentes plataformas en el mercado costos muy competentes y que además de almacenaje y control de documentos, ayudan a mejorar la interacción entre el equipo de trabajo, manejan asignación de tareas, horarios, agenda, reuniones en línea, etc.

2. Promueve y enriquece el trabajo a distancia

No queda duda que el trabajo a distancia es un tema que llegó para quedarse y que las Direcciones de las empresas deben tomarse muy en serio. La mejor forma de enriquecer el trabajo a distancia, sin mencionar las herramientas tecnológicas, es la parametrización de las actividades de cada persona; por medio de procedimientos, políticas, descripciones de puestos y capacitaciones adecuadas que den certidumbre a lo que la gente debe hacer, cuándo lo debe hacer, cómo lo debe hacer, etc.

Esto es una gran responsabilidad de la alta dirección y ésta debe estar muy consciente que, el atender esta necesidad no solamente propiciará el trabajo a distancia, sino que hará a la empresa más competente. Vemos que la empresa promedio mexicana, normalmente, adolece fuertemente de esta planeación estratégica, condenándola esto a que estancar su crecimiento y su competitividad en mercados internacionales.

El trabajo a distancia abre la puerta para poder abarcar más mercado, contar con mejores profesionistas; aunado a que, el hecho de que las empresas tengan esta flexibilidad, automáticamente las hace lugares de trabajo mucho más atractivos para las nuevas generaciones.

3. Adopta principios ágiles y modernos

El enfoque a resultados, tanto del Director como del resto del equipo de trabajo es crucial para formar empresas competentes. Este tipo de prácticas deben de permearse al equipo de trabajo para que se vuelva incluso una característica del grupo. Cuando se tengan reuniones, siempre debe haber una guía, un plan, una orden que se va a seguir sobre lo que se tratará la reunión y los resultados que se buscan de dicha reunión. Esto aunado a respetar cabalmente el tiempo de duración de la junta.

Existe un principio que leí hace poco y que me agradó mucho que habla precisamente de la organización y del enfoque a resultados, se trata de determinar qué hacer para tener un “día ganador”. El principio es muy interesante para personas que “tienen mucho trabajo”, y que parece que termina semana tras semana y sentimos que no avanzamos. Este principio consta de elegir las 2 o 3 tareas o partes de un objetivo que podemos terminar en un día; definirlo desde temprano para saber que, si al menos terminamos esas 2 o 3 actividades, entonces tendremos un “día ganador”. Y así diariamente hasta que nos demos cuenta que cada semana terminamos 10 o 15 pendientes. El problema que veo que muchas veces tenemos los profesionistas es que, por querer terminar todas las actividades rápido, hacemos un poco de todas y se cae un círculo vicioso en donde termina la semana y nos damos cuenta que concluimos muy poco o a veces, nada.

4. Enfócate también al bienestar y equilibrio en tu gente

No conozco una persona verdaderamente exitosa y admirable que no tenga en equilibrio su vida. Es decir, se ejercita, lee, estudia y conoce nuevos temas, trabaja muy duro, está con su familia, con sus amigos y tiene pasatiempos. Debemos entender que el tiempo fuera del trabajo es tan importante como el tiempo dentro; y el llevar a cabo las actividades personales se debe hacer con la misma seriedad que uno planea una importante junta de resultados, una visita de un cliente, o la entrega de un informe periódico. De esta manera formamos a gente íntegra y equilibrada.

5. Administra en base a planeación contra real

Esto se refiere a presupuestos, operaciones esperadas, plantilla de personal requerida, planeación de compras de materiales, de producción, etc. En la búsqueda de empresas competentes y de asegurar el mejor resultado posible en nuestros procesos administrativos y directivos, debemos tener un resultado planeado, para luego poderlo comparar contra el resultado real u obtenido, y así poder definir si nuestra gestión fue buena o si requerimos tomar acciones de control que la lleven al resultado que estamos buscando. Por ejemplo, puedo estar al frente de una empresa que venda $10 pesos (por decir algo), pero ¿cómo saber si es eso es bueno o malo? Eso depende: si planeé que iba a vender $5, o si por el contrario planeé que iba a vender $20. Igualmente, si el año pasado vendí la mitad, etc. El punto es que, administrar sin una adecuada planeación nos condena a que administremos por medio de “corazonadas”.

Ahora que estamos atravesando esta difícil situación de la pandemia del COVID-19, las planeaciones son sumamente importantes, y, por la gran incertidumbre que hay, debemos tener un escenario optimista, uno real y otro pesimista, dentro de ya un escenario pesimista que estamos viviendo, desde luego. Esto para que tomemos las mejores decisiones posibles que tengan como resultado la sobrevivencia de nuestros negocios y así asegurar el trabajo de la cantidad de gente de la que eres responsable como directivo.

C.P. y M.I. LUIS A. ARRATIA DÍAZ [email protected]

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