Se espera que Washington emita un dictamen de sanciones contra contra personas relacionada con Al Assad. (ARCHIVO)
El Gobierno sirio devaluó este miércoles la libra en casi un 44 por ciento para tratar de atraer los dólares que están yendo al mercado negro, en medio de una de las peores crisis desde el inicio de la guerra en 2011 que Damasco ha vinculado con la imposición de nuevas sanciones por parte de Estados Unidos.
El Banco Central hizo ayer el primer cambio desde enero de la moneda local anunciando una caída del tipo de cambio frente al dólar del 78.4 por ciento, que se aplicará a los dólares de las remesas y a las operaciones en instituciones cambiarias.
El movimiento hace pasar el precio del dólar de 704 a 1,256 libras sirias frente al dólar, que hoy se paga en el mercado ilegal paralelo a 2,825 libras y tras haber superado hace unos días los tres mil.
UNA DEVALUACIÓN CON CAUSAS POLÍTICAS
El Banco Central informó en un comunicado de que este cambio se produce "después de estudiar los indicadores económicos y los datos actuales para alcanzar un precio de equilibrio que supere el hueco entre el precio del mercado y el precio de las remesas y atraerlos mediante métodos seguros oficiales".
Las autoridades bancarias destacaron que lo que está atravesando la economía nacional es resultado de "un endurecimiento unilateral de las medidas económicas" sobre el pueblo sirio a partir de la Ley César y la crisis económica que sufre el Líbano, que ha llevado a un incremento de la demanda de "divisa extranjera en el mercado sirio".
La Ley César, aprobada en diciembre, se ha activado hoy por el Departamento de Estado estadounidense ampliando las sanciones al presidente sirio, Bachar al Asad, y a una decena de nombres más, entre ellos el de su mujer Asma, la primera vez que es designada en la lista de sanciones.
En la primera lista de nombres divulgada hoy, EUA ha tenido como objetivo la élite siria de la familia Al Asad, así como empresas que tienen relación con el Gobierno sirio, en concreto con un proyecto urbanístico de lujo llamado Marota City, situado en el suroeste de Damasco.
Se espera que Washington emita más sanciones contra personas y entidades relacionadas con el Gobierno de Al Asad y el proceso de reconstrucción de un país devastado por nueve años de guerra, que ha dejado centenares de miles de muertos y millones de refugiados.
