Estados Unidos superó este miércoles la cifra de 2,000,464 casos confirmados de COVID-19 y la de 112,924 fallecidos, de acuerdo con el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins. (EFE)
Estados Unidos superó este miércoles la cifra de 2,000,464 casos confirmados de COVID-19 y la de 112,924 fallecidos, de acuerdo con el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.
Este balance se da a las 22:13 horas.
Al menos 533,504 personas han superado la enfermedad a fecha de este miércoles.
El estado de Nueva York se mantiene como el gran epicentro de la pandemia en Estados Unidos con 380,156 casos confirmados y 30,500 fallecidos, una cifra solo por debajo del Reino Unido, Brasil e Italia.
Tan solo en la ciudad de Nueva York han muerto 21,960 personas.
A Nueva York le siguen la vecina Nueva Jersey con 165,346 casos confirmados y 12,377 fallecidos, Massachusetts con 104,156 contagios y 7,454 decesos e Illinois, que ha reportado 129,837 positivos por coronavirus y 6,095 muertos.
Otros estados con un gran número de fallecidos son Pensilvania con 6,062, Michigan con 5,955, California con 4,779 o Connecticut, con 4,120.
El foco de la pandemia se ha desplazado ahora a California, que en las últimas 24 horas ha sumado 4,347 nuevos contagios, más que ningún otro estado, para un total de 139,151 casos.
El balance provisional de fallecidos -112,924- ha superado ya la cota más baja de las estimaciones iniciales de la Casa Blanca, que proyectó en el mejor de los casos entre 100,000 y 240,000 muertes a causa de la pandemia.
El presidente Donald Trump rebajó esas estimaciones y se mostró confiado en que la cifra final estaría más bien entre los 50,000 y los 60,000 fallecidos, aunque en sus últimos cálculos auguró ya hasta 110,000 muertos, un número que también se ha superado.
Por su parte, el Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la Universidad de Washington, en cuyos modelos de predicción de la evolución de la pandemia se fija a menudo la Casa Blanca, calcula que para inicios de agosto habrá dejado más de 145,000 muertes en Estados Unidos.