Doctores tuvieron que extirparle a la niña un ojo. (INTERNET)
Shelby Simkins y Ryan Denham, una pareja británica, detectó que su hija tenía retinoblastoma, cáncer de retina por un gen defectuoso, gracias a un detalle en una fotografía familiar.
De acuerdo con el diario Mirror, el verano pasado Simkins notó que su hija Dela-Rose tenía el ojo derecho rojo, mientras que el izquierdo tenía un brillo blanquecino, además de que parecía estar viendo visco.
La llevaron al hospital temiendo un daño en el nervio y ahí les dijeron de la patología. "Nos sentamos fuera del hospital en estado de shock' total, cuenta ella.
Exámenes adicionales detectaron un tumor demasiado grande que hacía poco posible salvarle el ojo a la pequeña. Para evitar que se propagara el cáncer le extirparon el ojo y le pusieron uno falso. Ahora sus padres comparten la historia, insistiendo a ortos que vayan al médico si notan cualquier anomalía en sus hijos.