A temprana hora de esta mañana, la Bundesliga reactivó sus operaciones rumbo al final soñado de la fatalista temporada que se mantuvo en vilo hasta hoy debido a la llegada del coronavirus a la vida de todos nosotros.
Como amante del futbol y apasionado de los deportes, el reinicio de este torneo para los alemanes me llena de ilusión para el futuro cercano, ese donde tendremos que ajustarnos a la "nueva normalidad" como le llaman ya.
La Bundesliga es considerada una de las cuatro grandes ligas del viejo continente, por lo que será el ejemplo para las demás, puesto que si el futbol en Alemania no puede volver como se espera, difícilmente podrán en otros países del mundo.
No saben las ganas que tengo de prender el televisor y poder ver algo diferente a las noticias sobre muertes y contagios al por mayor, poder ver incluso un Hoffenheim ante Hertha Berlín, no saben cuan bello puede ser para mi y muchos como yo que anhelamos este día.
Si el piloto de regreso para volver al futbol cumple con los requisitos, será un gran paso para poder ver partidos cada tres días, para reactivar el sueño de ver a tu equipo campeón de Liga, Copa o Champions; pero también existe el revés, el fracaso, el error.
No es que sea fatalista, pero si el experimento nos falla esta vez no creo que exista un "plan B", un nuevo panorama para terminar en forma los calendarios, por lo que se deberá recurrir a finalizarlas con dos opciones: campeón en el primer sitio o dejar desierto el título.
En ambas circunstancias me parece algo injusto, puesto que hay ligas donde la diferencia son apenas de dos o tres puntos, por lo que el encuentro directo entre los dos primeros podría ser vital en la decisión.
Dejar el campeonato sin un dueño debido a la conclusión apurada (tal como pasó en Holanda), es también un acto de injusticia puesto que habrían jugado al menos ocho meses sin algún fin, sin incentivo alguno, como si hubieran estado disputando duelos interescuadras cada ocho días.
Tendremos que esperar a ver qué será de esta "nueva normalidad" en el futuro cercano, así que mientras debemos sentarnos en el sofá y quedarnos en casa para poder acelerar la despedida de este virus que nos confinó a estar así.
