El día de hoy se cumplen 100 años de la muerte de José Gómez Ortega, el tercero de "Los Gallos" y el primero de los toreros, una muerte inimaginable para quien ha sido considerado el torero más completo y poderoso de la historia, a 25 años recién cumplidos, pues una semana antes el 8 de mayo llega a su cita con la muerte en Talavera de la Reina un 16 de mayo de 1920, el que le podía a todos los toros, el aclamado por la afición y reconocido por propios y extraños por su gran capacidad torera sucumbía ante "Bailaor" de la Viuda de Ortega, herrado al fuego con el número 7, hijo de "Canastillo" del Duque de Veragua y de "Bailaora" del Marqués de Santa Coloma, pequeño y burriciego con cinco años cumplidos que por sus características se detuvo y prendió al "Rey de los toreros" según palabras del Maestro Gregorio Corrochano cuando preparaba la muleta.
La importancia de Joselito como torero completo inicia un giro a lo que es hoy la tauromaquia, la que cambia por completo con la aparición de su rival en los ruedos el Maestro de Triana Juan Belmonte, gracia torera de clasicismo puro en el de Gelves y quietud de alarido inaudito en el pasmo, la rivalidad taurina más notoria de todos los tiempos, los creadores de una nueva dimensión que hoy pudiese ser desestimada y nada acorde a la tendencia de nuestra época, impensable en esos tiempos tandas de muletazos como hoy se estila, el toreo de capa alcanzó alturas insospechadas con Gallito con una personal interpretación de la Verónica y de la larga cambiada recurrentes en su toreo, con gracia sin igual en los entonces verdaderos y fatigosos quites en los que lanceaba con el quite del Bú que hoy recrea Morante de la Puebla, el dominio del toro de esos tiempos de embestida brusca alcanzó elegancia ejecutado con maestría por Gallito, quien se mostraba poderoso y regalaba al conclave con pases de antología siendo el iniciador del toreo en redondo y rematados magistralmente con el de pecho . La temprana y párvula intuición del menor de los hermanos Gómez Ortega se muestra desde los doce años en el torea por primera y en una meteórica carrera para alcanzar la cúspide a temprana edad tomando la alternativa de manos de su hermano Rafael con el toro "Caballero" de Moreno Santa María, la llegada del Maestro Juan Belmonte acrecienta las dotes de Gallito haciendo crecer una pasión desmedida en los tendidos , la ausencia del trianero en su larga temporada en nuestro continente menguo los ánimos de gallistas y belmontistas al quedarse el primero sin competencia y siendo exigido por la afición acusándolo de encierros cómodos por su preferencia a los toros de Los Martínez, regresa el trianero y los ánimos vuelven a caldearse en el ruedo, pues fuera de él se profesaban admiración y amistad toreando juntos más de 250 tardes. Sus restos descansan en el cementerio de San Fernando en Sevilla coronados por una bella e impresionante escultura, un cortejo de gitanos cargando a hombros el ataúd de su Rey creada por Mariano Benlliure, a unos metros la tumba del gigante heterodoxo del toreo Juan Belmonte ¡ambos enormes y eternos! Su alternativa, la tarde de su alternativa y de su funeral permanecen en una joya fílmica, el carruaje mortuorio se encuentra en Barcelona rescatado por un coleccionista.
Perdone usted pero recalco la importancia del recuerdo de los inspiradores y revolucionarios del toreo, para las nuevas generaciones de aficionados y la importancia de conocer la historia que no inicio ayer, hoy se torea como nunca gracias a estos grandes maestros, va este pequeño homenaje al Rey de los toreros.
