Si aceptamos que el grupo de seres que forman un hogar es un sistema, la terapia de constelación familiar estudia a las personas no sólo como individuos, sino también como parte de dicho grupo social organizado, incluidos sus antecedentes.
En una conversación en línea, la psicóloga Lola de Miguel Campos ahondó en esta técnica, la cual se rige por tres leyes: de pertenencia, de jerarquía y de equilibrio, mismas que explica en su libro Constelaciones familiares.
De acuerdo con la autora, la publicación surgió de un texto que originalmente fue planteado por el alemán Bert Hellinger, creador de este tipo de terapia que parte de la herencia transgeneracional. Este legado es aquello que cada individuo recibe de generaciones anteriores, lo cual puede o no ser “luminoso”, anotó la autora. “Los ancestros dejan una herencia, todas las cosas que no han podido manifestar o superar, se manifiestan en uno mismo”.
Detalló que la ley de pertenencia se refiere al lugar que cada individuo ocupa dentro la familia y, por ende, no puede tolerarse su exclusión; la de jerarquía se refiere a que cada integrante debe ser respetado; y la de equilibrio señala que cuando hay una injusticia en una generación, las siguientes tratarán de compensarla.
A manera de conclusión, Miguel Campos dijo que esta técnica es una forma “amorosa” de mirar hacia las generaciones anteriores, para así generar cambios en los patrones de la familia actual.
