A pesar de que el virus no ha cambiado, el comportamiento de la enfermedad entre los ciudadanos italianos se ha modificado desde el inicio de la pandemia, afirmó Giuseppe Remuzzi. (ARCHIVO)
A pesar de que el virus no ha cambiado, el comportamiento de la enfermedad entre los ciudadanos italianos se ha modificado desde el inicio de la pandemia, afirmó Giuseppe Remuzzi, director del Instituto de Investigaciones Farmacológicas Mario Negri de Milán.
El médico aclaró que a pesar de que la pandemia continúa, los efectos han reducido, tan solo la tarde de ayer ya no habían pacientes con problemas respiratorios en la sala de urgencias de su hospital, mientras los meses anteriores los problemas respiratorios ocupaban la mayor parte de las camas y se necesitó aumentar la capacidad de las salas de Cuidados Intensivos.
Remuzzi aseguró en entrevista para la cadena La 7 que la enfermedad se ha modificado en Bérgamo, Milán, Roma y Nápoles, en uno de los países más afectados por la enfermedad.
El experto calcula, de acuerdo a lo observado en la región, que al llegar la vacuna la enfermedad ya habrá desaparecido, aunque expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) han advertido de una probable segunda ola o que la enfermedad podría tener ciclos.
Remuzzi se suma a la propuesta de emplear el plasma de las personas que han enfermado y se han curado de COVID-19 para tratar a los futuros pacientes, aunque los estudios no han finalizado, aseguró.
Las investigaciones sobre el avance de la pandemia aún son variadas y se han establecido nuevas preocupaciones o posibles soluciones sin que se unifiquen, pero la vacuna continúa siendo una de las mayores metas.
