El mandatario norcoreano se encuentra gobernando a su país de manera normal y no sufrió afectaciones por una presunta operación cardiovascular, determinó la inteligencia surcoreana. (ARCHIVO)
El Servicio de Inteligencia Nacional (NIS, por sus siglas en inglés) de Corea del Sur descartó hoy los rumores sobre un presunto estado vulnerable de salud en Kim Jong-un, jefe de Estado de la vecina Corea del Norte.
El mandatario norcoreano se encuentra gobernando a su país de manera normal y no sufrió afectaciones por una presunta operación cardiovascular, determinó la inteligencia surcoreana.
La aclaración se da luego de que durante días se ha especulado sobre el estado de salud de Kim e incluso se llegó a hablar de que había muerto y de que el Estado norcoreano ocultaba los hechos, rumores que, entre otras fuentes, se originaron en el gobierno de Estados Unidos, que preside Donald Trump.
En conversación a puerta cerrada con legisladores de Corea del Sur, el NIS informó que Kim Jong-un ha aparecido 17 veces en público en lo que va de 2020, el menor número de apariciones públicas hasta el momento, informó la agencia local Yonhap.
La actividad pública del líder norcoreano ha experimentado una reducción del 66 por ciento en comparación con sus apariciones públicas en el mismo periodo de años anteriores, determinó el NIS.
Esto se debe, estimó la inteligencia surcoreana, a que el mandatario se ha enfocado en atender asuntos locales y en las consecuencias de la pandemia del COVID-19.
Hasta ahora, el gobierno norcoreano ha asegurado que no existen casos de coronavirus en su territorio, aunque la agencia de espionaje surcoreana no descartó el surgimiento de posibles casos dado que en enero hubo flujo de personas al territorio de Norcorea desde China y Surcorea.
NIS identificó que los precios del azúcar y condimentos se han disparado en Corea del Norte, además de que los ciudadanos han hecho acopio de productos de primera necesidad ante las dificultades económicas.
La agencia informó que no ha detectado que se retomen actividades en el complejo nuclear de Yongbyon, donde se suspendieron operaciones a finales de 2018.
