Cuando se habla de Fernando Valenzuela casi en automático se le declara como el mejor pelotero mexicano de todos los tiempos en las Grandes Ligas. Pero en una ocasión platicando con Héctor Pimentel cronista y un obseso beisbolero con una pasión casi religiosa por las estadísticas, me comentó que deberíamos de detenernos un poco y estudiar el caso de Vinicio Castilla y colocarlo al mismo nivel e incluso sobre el Toro de Etchohuaquila.
Veamos, Castilla dos veces al juego de las estrellas, tres bates de plata, líder de jonrones para mexicanos en la gran carpa con 320. Fue campeón de producidas de la Nacional en 2004 con 131, en 1997 junto con Andrés Galarraga y el recientemente entronizado Larry Walker, formó el tercer trío histórico de jugadores con al menos 40 cuadrangulares en un mismo equipo en la temporada 1997 con los Rockies de Colorado.
Considerado uno de los más poderosos terceras bases de los noventa en la Liga Nacional, Vinicio en 1995 pulverizó la marca de jonrones para un mexicano, Vinny conectó 32 y la marca del gran Aurelio Rodríguez era de 19 impuesta en 1970 con los Senadores de Washington. En el 96 y 97 el oaxaqueño tuvo números espectaculares e idénticos: 40 vuelacercas, 113 remolcadas y .304 de porcentaje. En el 98, empujó 144 carreras y pegó 46 jonrones. Pero el hecho de que jugara para los Rockies y su casa fuera el Coors Field de Denver Colorado donde la bola vuela en serio, sus logros fueron subestimados por los expertos en la Unión Americana.
Vinicio jugó para los Bravos de Atlanta, Rockies de Colorado, Rays de Tampa Bay, Astros de Houston, Nacionales de Washington y Padres de San Diego de 1991 a 2006, 16 años de servicio. Sus números en su carrera son notables: .276 en bateo, 320 cuadrangulares, 1,105 producidas y 902 anotadas. Tuve la gran oportunidad de entrevistarlo con el uniforme de los Rockies en el primer Opening Day fuera de USA y Canadá, fue en el Palacio Sultán casa de los Sultanes de Monterrey en 1999, Colorado enfrentó a los Padres de San Diego, Vinny bateó de 5-4 con un doblete, aunque no pudo remolcar carreras, el gran cañón fue Dante Bichette que también bateó de 5-4 pero con cuatro empujadas y un jonrón solitario, Los Rockies vencieron a los Padres de Tony Gwynn 8-2.
Castilla amablemente accedió a una entrevista breve, dejando claramente su don de gente y sencillez, una estrella humildemente emocionado ante el cariño de su afición, 27,104 para ser exactos se le brindaron en cada turno al bat o en cada lance a la defensiva, un ídolo capaz de pelearle a Valenzuela el título del mejor mexicano en MLB.
Algunos dicen que no todo tiene que ser números, también se debe evaluar el impacto causado de algún atleta que hace diferencia desde su aparición como en el caso de Fernando, eso nadie se lo disputa, desde su primera apertura en 1981 hasta cerrar ese inolvidable año, donde ganó todo, Cy Young, novato del año y Serie Mundial, impuso marcas en la Nacional en aperturas con 25, completó once juegos y consiguió ocho blanqueadas y 192.1 innings lanzados, ¡en su temporada de novato!
Al estadio de los Dodgers de los Ángeles miles de México-norteamericanos asistieron por primera vez hechizados por el embrujo del zurdo del screwball. El carisma del gordo fue arrollador, la imagen del oaxaqueño también mueve a simpatizar con él, pero lo de Valenzuela fue y será otra cosa.
Los números de Fernando de por vida en Grandes Ligas en 17 años son: 173 victorias, 153 derrotas, 3.54 de efectividad, con 2074 ponches en 453 juegos, 424 como abridor. Vinicio en 16 años jugó 1854 partidos, en el 98 impuso récord de partidos jugados con 162. Obvio Vinny jugaba diariamente y Valenzuela cada tercer día. En fin, amables lectores, ¿consideran como mi amigo Pimentel que Vinicio Castilla debe de ser nombrado el mejor beisbolista mexicano de todos los tiempos en las Grandes Ligas o el Toro debe de seguir ocupando el trono de manera indiscutible?
