Decenas de talibanes atacaron simultáneamente varios puestos de control del Ejército. (AP)
Los talibanes mataron al menos a nueve miembros del Ejército afgano este jueves y continúan desoyendo las peticiones del Gobierno de un alto el fuego para poder centrarse en combatir la expansión del coronavirus, que ya ha causado treinta muertos en Afganistán.
Decenas de talibanes atacaron simultáneamente varios puestos de control del Ejército en el distrito de Charkh, en la provincia oriental de Logar, informó el Ministerio de Defensa en un comunicado.
"En este ataque, desafortunadamente, murieron nueve miembros del Ejército", detalló la nota.
Según el Ministerio, durante los tiroteos, que duraron varias horas, los talibanes también sufrieron "bajas graves" y los cadáveres de los insurgentes se podían ver en el campo de batalla.
No obstante, la fuente evitó concretar el número exacto de insurgentes fallecidos en este ataque, que las fuerzas de seguridad lograron finalmente repeler.
El ataque tuvo lugar de madrugada, horas después de que el presidente afgano, Ashraf Ghani, reiterase a los insurgentes la petición de un alto el fuego temporal para facilitar la lucha de las autoridades contra la COVID-19, que hasta la fecha ha dejado 840 infectados y treinta muertos.
La mayoría de los casos se ha registrado en Kabul y en la provincia occidental de Herat, fronteriza con Irán, uno de los países más golpeados por la pandemia y del que en las últimas semanas han regresado a Afganistán miles de refugiados.
"Pido a los talibanes que den una respuesta positiva al llamamiento de Naciones Unidas, los países de la región y el Gobierno y el pueblo de Afganistán y detengan la guerra y anuncien un alto el fuego", dijo Ghani el miércoles en un mensaje a la nación.
Sin embargo, en el último mes y medio, los ataques armados de los insurgentes se han ido incrementando desde la semana previa al acuerdo de paz entre Estados Unidos y los talibanes, firmado en Doha el pasado 29 de febrero, cuando se redujo significativamente la violencia en el país.
Pese a que en aquella ocasión todas las partes, incluidos los insurgentes, instaron a detener los ataques contra la población, solo en la semana del 5 al 11 de abril los talibanes mataron al menos a treinta civiles en nueve de las 34 provincias afganas, señaló el domingo el Consejo de Seguridad Nacional.
La mayoría de esos civiles perdió la vida al estallar los artefactos explosivos que los talibanes colocan en las carreteras contra las fuerzas de seguridad.
