Desde el lunes triplicaron el número de efectivos. (ARCHIVO)
Los incendios registrados hace una semana en la zona de exclusión de Chernóbil, en el norte de Ucrania, continúan activos pese al esfuerzo de los bomberos que se exponen a la radiación para combatirlos.
Desde el lunes las autoridades triplicaron el número de efectivos en la zona, pero hasta ayer los 400 efectivos no habían podido controlar los focos del incendio que comenzó el pasado 4 de abril. Aunque el fin de semana pasado el jefe de servicio de inspección ecológica, Ergov Firsov, indicó que los incendios habían provocado un aumento en la radiación hasta 16 veces por encima de lo normal, el Servicio Estatal de Emergencia aseguró que el nivel de radiación continúa siendo "admisible".
Por su parte, expertos medioambientales han expresado su temor de que las llamas remuevan las cenizas radioactivas resultado del peor accidente nuclear del mundo, en una zona donde la sequedad del terreno y el fuerte viento han contribuido a propagar los incendios.
A ello, se suma la preocupación de los habitantes de Kiev, la capital del país, de que la humareda, posiblemente contaminada con radiación, pueda traer efectos perjudiciales a la localidad.