La semana pasada recibieron 2 mil 900 llamadas de personas con ansiedad y estrés.
La Secretaría de Salud (Ssa) presentó un plan de salud mental para atender a la población y al personal médico durante la contingencia sanitaria por el COVID-19.
En conferencia nocturna en Palacio Nacional, Lorena Rodríguez Bores, secretaria técnica del Consejo Nacional de Salud Mental, explicó que las crisis epidemiológicas y los desastres tienen un impacto potencial en la salud mental de la población.
Por ello, indicó, como parte de la respuesta a la emergencia causada por el nuevo coronavirus, se incluyó un componente de atención integral a la salud mental con intervenciones en adicciones y apoyo psicosocial, en el que participan psicólogos, psiquiatras, neurólogos y médicos residentes.
Esta estrategia, agregó, se dirige a la población en general, a las personas con infección por coronavirus, a los familiares y a los cuidadores de estos pacientes, y a todo el personal de salud.
Rodríguez Bores explicó que en los denominados hospitales Covid ya se están generando brigadas de apoyo a todos los equipos multidisciplinarios para brindar el servicio de atención a la salud mental.
Mientras que la atención a la población que se encuentra en el aislamiento domiciliario será a través de líneas telefónicas.
En la Línea de la Vida, informó, la semana pasada recibieron 2 mil 900 llamadas de personas con ansiedad y estrés, en el marco del confinamiento implementado para reducir la transmisión del virus.
En tanto, Gady Zabicky, titular de la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic) explicó que el personal de salud también es un grupo vulnerable por lo que necesita de un cuidado prioritario de salud mental.
Subrayó que es importante hacer supervisiones externas, centradas en las clínicas y en el equipo como humano, para que hablen de sus experiencias, de lo que están viviendo y del miedo que tienen.
"Los servidores de salud tenemos que poder estar en la línea de fuego, tenemos que poder salir adelante. El personal de salud somos personas vulnerables, no somos súper héroes, vivimos en un estado de solidaridad necesaria", afirmó.
Alerta
El titular de Conadic aseveró que en este periodo de contingencia las personas con adicciones son más vulnerables.
Refirió que aproximadamente el 75 por ciento de la población mexicana bebe alcohol, por lo que urgió a mesurar su consumo, pues hacerlo en exceso puede traer complicaciones y es causante del aumento en la violencia doméstica.
Alertó que las personas que fuman tabaco, cannabis o usan cigarros electrónicos también están en mayor riesgo si se contagian de COVID-19.
"Por cómo se comportan otras pandemias y por la información que empieza a acumularse, estamos bastante seguros que este tipo de consumidores están incrementando su riesgo. Hasta que no tengamos evidencias adicionales, debe considerarse esta práctica como riesgosa, en donde puede haber daños a la salud", señaló.
Además, llamó a revisar los centros de rehabilitación y a poner especial énfasis en las personas privadas de la libertad.
"Estas son personas que viven en medios confinados y que representan un punto importante para hacer una vigilancia epidemiológica ad hoc y muy intensa", anotó.
Mueren adultos mayores 2.7 veces más
Los adultos mayores de 60 años están falleciendo 2.7 veces más por COVID-19 que las personas de otras edades, aseguró José Luis Alomía, director general de Epidemiología.
En conferencia nocturna en Palacio Nacional, explicó que, en contraste, en el grupo de los menores de 25 años no se ha registrado ningún deceso.
"Si formamos parte de algún grupo de riesgo de comorbilidad o formamos parte de este grupo de mayores de 60 años, la invitación es a resguardarnos, a quedarnos en casa. Y a las familias de estas personas, a formar un cerco protector y de ayuda diaria para estas personas", remarcó.
Ayer, la Secretaría de Salud (Ssa) reportó 403 nuevos contagios, con lo que suman 3 mil 844 en el país.
Alomía señaló que el 73.3 por ciento de los casos positivos a COVID-19 se registra en los adultos jóvenes, de entre 25 y 59 años, con 2 mil 818 casos.
Sin embargo, este grupo registra una letalidad por cada 100 personas de 4.8 y acumula 134 muertes.
En contraste, en los mayores de 60 años se concentra el 19.4 por ciento de los contagios confirmados, con 747, así como el 42.5 por ciento de los fallecimientos, con 99.
Es decir, que la letalidad por COVID-19 para este grupo de edad se ubica en 13.3 por cada 100 casos.
Por su parte, el secretario de Salud, Jorge Alcocer, alertó que el número de muertes confirmadas por COVID-19 se podría incrementar más en las próximas semanas.
Consideró importante el incremento de muertes del jueves para ayer (39), pero dijo que están en el rango de lo previsto.
"Es separado este aumento, pero sí nos estamos acercando a que en las próximas dos semanas puede ser todavía mayor el número de casos y tenemos por lo tanto que prevenir todo esto, estar listos", dijo al salir de la reunión del presidente López Obrador.
