El interior y exterior de la parroquia de Matamoros luce sin gente. (EL SIGLO DE TORREÓN)
La Semana Santa representa la esperanza de la resurrección. "No hay muerte sin resurrección y esto quiere decir que ahora tenemos que sufrir para salir bien librados de este acontecimiento mundial", declaró el párroco de Nuestra Señora del Refugio, Luis Orozco Rodríguez.
Entrevistado en el interior de la parroquia, que se encuentra cerrada y sola, a petición de las autoridades gubernamentales y el obispo de Torreón, Luis Martín Barraza, el párroco declaró que esta es una Semana Santa inédita, pues no se desarrollará el tradicional Viacrucis por las calles de Matamoros, como sucedía desde hace muchos años.
El Domingo de Ramos, que marcó el inicio de la Semana Santa, la misa fue transmitida por internet y así cada domingo se oficia misa con la parroquia vacía. "Hemos tenido tres mil visitas", asegura el párroco tras añadir que el próximo Domingo de Pascua, se hará igual, "hasta que dure la contingencia, pues nosotros seguimos las indicaciones".
Todas las actividades de la parroquia, explicó, están suspendidas, como la de los distintos grupos, el catecismo, los bautizos, bodas y quinceañeras, entre otras. "No hay muerte sin resurrección, ni resurrección sin muerte, así es que por lo pronto tenemos que sufrir y ahora hay que quedarnos en casa, pero no son vacaciones, nada de salir a la noria o de paseo", dice.
