Autor. Es licenciado en Letras Hispánicas por la UNAM y cuenta con una importante trayectoria en la escena literaria nacional. (ESPECIAL)
Luego de un atraso para anunciar al ganador, por fin el día de ayer se informó a través de un comunicado, que el escritor Luis Flores Romero, originario de la Ciudad de México fue el autor que mereció el Premio Nacional de Poesía Enriqueta Ochoa 2019.
Fue bajo el pseudónimo Trigo y con su poemario Archivo grave que Flores Romero convenció al jurado dictaminador integrado por Mercedes Luna Fuentes, Lucila Navarrete Turrent y Zaira Eliette Espinosa, para ser merecedor del premio de este certamen organizado de manera conjunta por la Dirección General de Cultura de Torreón y el Gobierno del Estado de Coahuila, a través de la Secretaría de Cultura.
Cabe mencionar que la convocatoria recibió un total de 43 poemarios procedentes de distintas ciudades de México, pero sólo la propuesta de Luis Flores es la que se beneficiará con 100 mil pesos correspondientes al premio económico, los cuales serán cubiertos en partes iguales por la Dirección General de Cultura y la Secretaría de Cultura del Estado (50 mil pesos respectivamente).
LA PLUMA
Flores Romero es licenciado en Letras Hispánicas por la UNAM, y cuenta con una importante trayectoria en la escena literaria nacional en la que destacan diferentes premios como el Poesía Joven Jaime Reyes (2009), Poesía Joven Salvador Gallardo Dávalos (2016), Nacional de Poesía Ramón López Velarde (2017) y Bartolomé Delgado de León (2018).
Entre sus publicaciones podemos mencionar: Gris urbano, Sonetos ñerobarrocos, Lotería del baladro y Estación gentuza.
Así mismo es autor de tres poemarios y ha colaborado en revistas impresas y digitales como La Palabra y el Hombre, Casa del Tiempo, Círculo de Poesía, Tierra Adentro y Punto de Partida. Así mismo obra suya forma parte de media decena de antologías.
Uno de los argumentos de Mercedes Luna Fuentes, para otorgarle el premio a la pluma de este autor, dice, que el poemario Archivo grave "Se eleva sobre otras propuestas por su canto moderno que rinde homenaje a Los hombres del alba de Efraín Huerta, emplea una sobriedad alejada de la improvisación, de la ocurrencia. Guarda distancia de temas (pese a su limpieza) bucólicos, de lugares comunes y sobados que demeritan el trabajo poético. Se distingue por la precisión, conocimiento y respeto de efecto/efectista del lenguaje. Nos ofrece ironía y desolación entrelazadas con inteligencia".
