Los choferes prefieren no acercarse a la clínica, a pesar de que hay médicos que deben pasar hasta 12 horas laborando y sin posibilidad de salir a comer. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Ante el temor por el contagio de COVID-19, enfermeras han sido blanco de discriminación y hasta agresiones de civiles, mientras que algunos hospitales, como la clínica 16 del IMSS, han dejado de recibir el servicio a domicilio de Uber Eats y Rappi, por lo que el personal médico se ve obligado a recoger su comida fuera de su trabajo.
En un sondeo entre médicos de diversas clínicas del IMSS, los especialistas coincidieron en que no han sido discriminados porque en el exterior no portan el uniforme, pero indicaron que las enfermeras que utilizan el transporte público sí han sufrido malos tratos de los demás usuarios por miedo.
"En el hospital (16 del IMSS) no llegan las entregas de Uber Eats y Rappi, a los repartidores les da miedo, creen que si se acercan siquiera se pueden infectar, entonces tenemos que salir, caminar unas cuadras, para tener el servicio, no tiene sentido, mejor ya cada quien llevarse su comida, no parece justo", dice Carlos Alberto, especialista del IMSS.
Recientemente, Rappi dio a conocer que apoyaría con comida gratis a 500 mil profesionales de la salud por el esfuerzo que este sector hace en la coyuntura actual del virus en toda Latinoamérica; no obstante, los choferes prefieren no acercarse a la clínica, a pesar de que hay médicos que deben pasar hasta 12 horas laborando y sin posibilidad de salir a comer.