Columnas Social

PIÉNSALE PIÉNSALE

LA PRIMAVERA DEL MUNDO

ARTURO MACÍAS PEDROZA

El mundo entero es un inmenso capullo transformando su esencia. Una nueva flor nace con enorme potencia en esta primavera. Las inéditas transformaciones que están surgiendo a causa de la emergencia sanitaria en diversas áreas de la cultura como la economía, la política, las relaciones personales e internacionales, la educación, el comercio, la tecnología y la religión, están sacudiendo los restos del capullo de la antigua época, que estaban ofreciendo una fuerte resistencia y querían influir negativamente en el nacimiento de esta mariposa polícroma llamada nueva época.

Ya se había definido el evolucionar acelerado de esta coyuntura histórica como un "cambio de época" y no sólo una "época de cambios". Pero las estructuras de poder económico y político que tenían la sartén por el mango en la época pasada, se negaban a desaparecer o a transformarse verdaderamente, marcando este nacimiento con rasgos no sólo caducos sino inhumanos y deshumanizantes; construyendo un neotroglodita depredador y egoísta; mutando estos antiguos monstruos del poder, transformados en quimeras amenazantes de esta naciente mariposa de la primavera del 2020.

El salir del invierno-muerte y ver renacer la vida en primavera, siempre ha sido motivo de celebraciones desde los albores de la humanidad. La fiesta judeo-cristiana de la Pascua asumió ese espíritu de alegría por la vida que se renueva cada año, para anunciar en ella la recreación de la humanidad por la resurrección de Cristo, nuevo Adán. Pero la pátina del tiempo cubrió este anuncio de vida nueva con tradiciones, normas y costumbres a veces incluso contrarias al espíritu original. A fin de cuentas pertenecían a la época que se resistía a cambiar.

La modificación este año de esas celebraciones tradicionales por motivo de la cuarentena sanitaria para evitar la difusión del virus (que curiosamente recuerda la cuaresma que es la preparación para la fiesta de la Pascua), más que una desgracia puede ser percibida como parte de esta transición necesaria hacia la nueva época. Al retomar el cristianismo el sentido original de vida nueva, de paso a la plenitud y de recreación del hombre, pone a la Iglesia dentro de la construcción de esta primavera del mundo, como punta de lanza y no como retaguardia de la historia y así hace al mundo un gran servicio, al acompañar el renacer de esta humanidad con el sentido profundo y espiritual que necesita para realizar una verdadera evolución, sin renunciar a su esencia más íntima de hijo de Dios.

Esta nueva humanidad nace desnuda, Una recta antropología deberá superar el extravío antropológico que caracterizaba el inicio de esta nueva época antes de la aparición del coronavirus. El nuevo vestuario incluye dejar los harapos. Revalorar lo antes despreciado y apreciar lo que parecía superfluo. Descubrir la fragilidad de nuestro ser, nuestro papel en el mundo, replantear la globalidad desde la solidaridad, la multiculturalidad como riqueza humana, la política como servicio, el efecto del consumismo en la naturaleza, su participación y responsabilidad en el cuidado del planeta, la explotación de unos sobre otros, el valor de la vida, de la familia, el cambio en las estructuras educativas,...

Asistamos maravillados al nacimiento de la primavera que viene; convirtamos la casa ya no en una cárcel en la que nos han confinado, sino en un santo convento que nos hace silentes adoradores del Dios de la vida; palpemos contemplativos la primavera que viene, con esperanzadores botones de flores nuevas. Que esta pausa sirva para extasiarnos con la maravilla del mundo que renace y que nos espera también renacidos, a que seamos parte de la celebración de esta primavera del mundo.

[email protected]

Leer más de Columnas Social

Escrito en: Piénsale Piénsale

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Columnas Social

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1685927

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx