El acceso estuvo limitado a funcionarios el cual también fue sujeto a tiempo limitado. (ARCHIVO)
El equinoccio de primavera en esta zona maya, no tiene precedentes, ya que por primera vez ocurrió con una explanada vacía ante el cierre del lugar como medida de contingencia ante el coronavirus; Sin turistas nacionales, ni extranjeros, arqueólogos o expertos, el descenso de Kukulkán tuvo lugar ante la aparición de los fuertes rayos solares y el buen clima que imperó el día de ayer.
Solamente personal del INAH y del Gobierno de Yucatán tuvieron acceso en forma limitada para tomar material del fenómeno, ya que desde el 20 de marzo hasta al 22 de los corrientes el lugar estará cerrado al público como medida preventiva para evitar el contagio del coronavirus.
Por lo general en Chichén itzá, suelen reunirse de 20 a 25 mil personas cada año para "llenarse de energía" y visualizar el equinoccio que consiste en que en la pirámide principal de la zona maya, los rayos del sol asemejan el descenso de una culebra a través de los triángulos isósceles del mismo edificio maya.
No hubo nubosidad y por tanto los reportes indican que entre las 3:45 y 4:15 de la tarde comenzó la formación de la serpiente aparentemente descendiendo del castillo principal de la legendaria zona maya.
Chichén Itzá es una de las zonas arqueológicas que mayor número de visitantes recibe al año y las divisas que genera; el 21 de marzo es cuando mayor concurrencia se recibe en el lugar.
Esta vez fue la excepción, la madre naturaleza permitió el fenómeno de luz y sombra pero con una zona maya totalmente vacía. Sin guías de turistas ni espectadores, sin ceremonias mayas previas, ni relatos ancestrales.
A diferencia del jueves pasado y el viernes que se observó el fenómeno de manera intermitente por nubosidad, este sábado el buen clima permitió que el fenómeno de luz y sombra pudiera ocurrir sin inconvenientes.
