El Gobierno afgano pidió este jueves a los talibanes un alto el fuego en todo el país que permitiría centrar los esfuerzos en combatir el coronavirus. (ARCHIVO)
El Gobierno afgano pidió este jueves a los talibanes un alto el fuego en todo el país que permitiría centrar los esfuerzos en combatir el coronavirus, una pandemia global que en Afganistán ha infectado por el momento a 22 personas, obligando a imponer ya varias medidas de contención.
"Para evitar esta pandemia en el país, sugerimos y demandamos un alto el fuego para que podamos tomar precauciones para ayudar a nuestra gente y tratar esta enfermedad en todos los rincones de Afganistán", afirmó el ministro de Defensa, Asadullah Khalid, en un mensaje televisado acompañado por el titular de Interior, Masoud Andarabi.
Khalid aseguró que en la actualidad las fuerzas de seguridad afganas están centradas en prevenir que el virus se propague por el país y en proporcionar los servicios sanitarios necesarios, aunque necesitan poder llegar a todos los rincones del país.
"Nuestra sugerencia es un alto el fuego nacional, para que así podamos trabajar juntos en prevenir la enfermedad", añadió el ministro de Defensa.
Por ahora los talibanes no han reaccionado a la propuesta del Gobierno afgano.
La petición de un alto el fuego llega en un momento crucial para el futuro de Afganistán pues, tras una semana de reducción de la violencia en el país, Estados Unidos y los talibanes firmaron el 29 de febrero un histórico acuerdo por el que las fuerzas internacionales se comprometían a abandonar la nación asiática en 14 meses.
Además, los talibanes liberarían a 1,000 miembros de las fuerzas de seguridad afganas y el Gobierno afgano haría lo propio con 5,000 insurgentes. Sin embargo, aún no han alcanzado un acuerdo sobre cómo implementar la medida.
Los talibanes y Estados Unidos habían pactado además mantenerse en posición defensiva tras el pacto, algo a lo que las fuerzas de seguridad afganas se habían comprometido también desde el 22 de febrero hasta hoy, según Khalid, con la decisión de responder al incremento de los ataques insurgentes.
En este contexto, y con el miedo de talibanes y autoridades afganas a que los prisioneros de ambos bandos puedan enfermar por el coronavirus, el Gobierno de Kabul ha destinado 25 millones de dólares a combatir la pandemia en Afganistán, además de habilitar varios centros de cuarentena con más de un millar de camas en diferentes puntos del país.
Con 22 positivos de coronavirus hasta el momento, una de las mayores preocupaciones de Afganistán se centra ahora en prevenir que aumente el número de afganos infectados provenientes del vecino Irán, uno de los países más golpeados por la pandemia.
