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Supermartes en EUA, la guerra por la candidatura

Mañana 14 estados de la Unión Americana tendrán elecciones primarias para elegir a su candidato

Lo que está en juego. (EL UNIVERSAL)

Lo que está en juego. (EL UNIVERSAL)

AGENCIAS

Las elecciones importantes en Estados Unidos siempre son en martes. Es un axioma que se cumple por la tradición rural del país, y que se cumple en dos de las fechas electorales más importantes del proceso democrático en EU: cualquier elección federal, como por ejemplo la presidencial; y el considerado momento más importante del proceso de primarias para elegir el candidato a la Casa Blanca, el Supermartes.

El prefijo "super" muchas veces se utiliza en exceso y sin sentido. En este caso, sin embargo, no es ni una estrategia mediática, ni un juego de palabras, ni una hipérbole de comentaristas políticas o de la grandiosidad de la cultura estadounidense. Al contrario: no hay prefijo que encaje mejor para definir la importancia del próximo martes 3 de marzo en el proceso de primarias demócratas.

El Supermartes será un día masivo, con votaciones de primarias en 14 estados y un territorio (Samoa estadounidense). En total se repartirán mil 344 delegados de los 3 mil 979 que se ponen en juego durante todo el ciclo. O, lo que es lo mismo, el 34 por ciento.

Ante tantos puntos de atención, todas las miradas se centrarán en los principales trofeos de la jornada. Los estados de California (415 delegados) y Texas (228) son los diamantes que todos quieren seducir, puesto que un buen resultado ahí permite amasar grandes números de representantes.

La magnitud de esa jornada es tan enorme que, del resultado que salga el Supermartes, los demócratas podrán intuir el escenario que se les presenta no solo en las próximas semanas de batalla electoral, sino cuál será su estrategia a medio plazo e, incluso, el candidato virtual que peleará en noviembre la Casa Blanca a Donald Trump.

Ahora mismo sólo hay dos opciones: o que el senador Bernie Sanders se dispare con una victoria aplastante y agarre un empuje imparable hacia la nominación, o que el partido se divida tanto que apunte a que ningún candidato logrará la mayoría suficiente para asegurarse el triunfo y se desemboque a una convención "rota" que puede llevar a una batalla interna fratricida que ponga todavía más niebla a un Partido Demócrata que ahora mismo está sin líder, ni plan, ni proyecto unitario. Carolina del Sur fue, este sábado, la última parada del proceso de primarias antes del Supermartes, primera piedra de fuego entre el electorado negro y marcador de estados de ánimo de cara a la cita crucial de dentro de dos días.

Como auguraban las encuestas, el exvicepresidente Joe Biden, que hasta ahora había sufrido enormemente para presentarse como candidato viable tras un mes lleno de dolorosas derrotas, se valió del apoyo abrumador de la comunidad afroestadounidense de tendencia conservadora y con gran nostalgia por el expresidente Barack Obama para ganar las primarias. Y lo hizo con holgura: justo al cerrar los colegios electorales, todas las proyecciones le daban como ganador con holgura, sin ningún tipo de discusión.

Biden, con su triunfo este sábado, conseguía la primera victoria en unas primarias demócratas en las tres ocasiones que ha intentado la candidatura presidencial (1988, 2008, y la actual de 2020). Para su campaña debería ser un momento crucial, el inicio de la remontada de un candidato que se veía ganador antes de empezar la competencia y al que ahora le urge renacer cual ave Fénix.

El buen desempeño de Biden no oculta sin embargo que el principal favorito sigue siendo Sanders, que no sólo domina las encuestas en la gran mayoría de los estados del Supermartes, sino que además parece que aglutina cada vez más apoyo.

Este sábado mientras se contaban votos en Carolina del Sur, miles de personas asistían a los mítines programados en varios estados del país.

El senador autodenominado socialista es una opción tan real que la maquinaria del partido, asustada por la "revolución" que propone, ya está advirtiendo de la peligrosidad de tenerle como candidato, y se plantean a puerta cerrada como frenarle.

En otro contexto y otro momento histórico el análisis previo al Supermartes sería dirimirse entre la dicotomía que presentan Biden y Sanders. Sin embargo la política de Estados Unidos lleva tiempo inmersa en una heterodoxia; en la carrera demócrata eso se traduce en un factor sorpresa incalculable, totalmente enigmático en cuanto a resultado: la entrada de los millones de dólares del filántropo y exalcalde de Nueva York Michael Bloomberg. Bloomberg ha desafiado todas las convenciones y tradiciones electorales.

Decidió que no quería participar en los primeros cuatro estados del proceso de primarias (Iowa, New Hampshire, Nevada, Carolina del Sur) y apostar todos sus recursos (de manera literal) al Supermartes, donde espera que su chequera en blanco le proporcione los votos suficientes para tener opciones de ser el candidato.

Conocer cómo se van a transfigurar los más de 400 millones de dólares invertidos en publicidad es una incógnita. Eso no le frena, sin embargo, para seguir gastando sin medida.

El último despilfarro de Bloomberg se verá esta misma noche: ha pagado tres minutos de televisión en horario de máxima audiencia en dos canales nacionales, CBS y NBC, para dar un "mensaje a la nación" en el que mostrarse como un líder presidencial.

Todos sus rivales le han criticado por querer "comprar" la nominación. De alguna forma tiene que reponerse de las apariciones públicas en debates televisados, en los que ha hecho el ridículo. Sus números en las encuestas, sin embargo, le sitúan en el podio de los favoritos. En resumen el Supermartes es dejar atrás las sesiones de entrenamiento y pasar a la competición real, la obligación de dar un salto de calidad para competir en las Grandes Ligas.

Ya no hay estrategia aislada a microcosmos de estados muy concretos: para hacer un buen papel y seguir con opciones hay que demostrar que se tiene un plan nacional global, a gran escala, que pueda seducir a estados tan diferentes como California, Texas, Utah o Alabama. Un mal resultado tras el Supermartes o el reconocimiento que la candidatura no es viable, llevará seguro a la retirada de los candidatos más débiles. El miércoles, tras el conteo definitivo, sólo quedarán en liza los candidatos más fuertes, lo que tengan más apoyo. O los que, gracias a su dinero, puedan seguir costeándose la campaña electoral.

Piden apoyo a votantes de Selma

Los precandidatos presidenciales demócratas llegaron el domingo a Selma, cuna del movimiento de derechos civiles en Estados Unidos, para pedir el apoyo de los votantes negros en una ciudad donde alguna vez manifestantes fueron golpeados por pedir el derecho al voto.

Dos días antes de la crucial votación del Supermartes, los temas de la lucha contra la supresión de votantes, ayudar a los pobres y derrotar al presidente Donald Trump tomaron el centro del escenario en los eventos que marcaron el 55 aniversario del “Domingo Sangriento”, cuando policías blancos reprimieron a manifestantes negros en esta localidad de Alabama, uno de los 14 estados que votarán este martes.

El exvicepresidente Joe Biden y el exalcalde de Nueva York Michael Bloomberg dieron mensajes por separado en la histórica Iglesia Brown Chapel AME.

También estaban previstos mítines de las senadoras Elizabeth Warren y Amy Klobuchar, así como del exalcalde Pete Buttigieg y Tom Steyer, a pesar de haber suspendido su campaña tras los pobres resultados en las elecciones del sábado en Carolina del Sur.

Policías estatales golpearon y lanzaron gases lacrimógenos a cientos de manifestantes que intentaban marchar desde Selma a Montgomery, la capital, el 7 de marzo de 1965, en demanda del voto. Con 25 años, el ahora congresista John Lewis lideró a los manifestantes y estuvo entre los heridos.

La confrontación preparó el escenario para la marcha masiva de los derechos de voto de Selma a Montgomery dirigida por el reverendo Martin Luther King Jr. semanas más tarde y ayudó a inspirar la aprobación de la Ley de Derechos de Votación más tarde ese año.

415 DELEGADOS se van a seleccionar en el estado de California, que son los trofeos para los demócratas.
228 DELEGADOS se van a elegir en el estado de Texas para el próximo martes.
El exvicepresidente Joe Biden y el exalcalde de NY Bloomberg dieron mensajes. (ARCHIVO)
El exvicepresidente Joe Biden y el exalcalde de NY Bloomberg dieron mensajes. (ARCHIVO)
Las encuestas dan la victoria a Bernie Sanders en California. (ARCHIVO)
Las encuestas dan la victoria a Bernie Sanders en California. (ARCHIVO)

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