HOMENAJE A LA ESCUELA CARLOS PEREYRA EN EL 75 ANIVERSARIO DE SU FUNDACIÓN
PRIMERA PARTE
"Mientras en Torreón se fundaban la Escuela Carlos Pereyra; la Escuela Venustiano Carranza y la Cruz Roja Mexicana el año de 1942, yo nacía en Morelos, Coahuila y don Carlos Pereyra Gómez fallecía en Madrid, España".
Seguro estoy que fue el año de 1968 cuando llegué a Torreón para iniciar la carrera de medicina cuando escuché por primera vez el nombre de Carlos Pereyra y esto fue cuando los compañeros del primer grado de medicina nos preguntábamos de cuál escuela preparatoria proveníamos; los de esta ciudad, la mayoría provenían de la Preparatoria Venustiano Carranza, otros mencionaban que provenían de la preparatoria Carlos Pereyra y un grupo muy selecto del Colegio Americano; los de Gómez Palacio, Dgo., orgullosamente mencionaban haber estudiado en la Escuela 18 de Marzo y del Instituto Francés de La Laguna; por su parte los que procedían de Saltillo mencionaban provenían del Ateneo Fuente y los que procedíamos del norte, "modestamente" mencionábamos, con mucho orgullo, de la Preparatoria Federal de Nueva Rosita así como de las preparatorias diurna y nocturna incorporadas a la Universidad de Coahuila en esa misma población.
Meses después, fue a través de nuestro compañero y amigo Gerardo Pérez Silva, que vivía en la colonia Navarro, muy cerca de las instalaciones en construcción, que conocí esta escuela que correspondería a la primaria; jamás me imaginé que años después, los tres de mis hijos, Leonel, Erick y César cursarían los 6 años de primaria y años después me enteré de lo que correspondía a secundaria y preparatoria se ubicaban en la colonia Torreón Jardín. Por lo demás ignoré por décadas quién había sido don Carlos Pereyra aunque "sospechaba" que tenía que haber sido un personaje muy importante como para que lo hubieran inmortalizado imponiendo su nombre a unas escuelas de tanto prestigio en esta ciudad de Torreón. En estas dos décadas del Siglo XXI ninguno de los dos edificios existen y sus actuales instalaciones, muy modernas por cierto, se encuentran en la parte posterior de la Universidad del Valle de México al norte de la ciudad, en el bulevar que va rumbo a Francisco I. Madero y San Pedro de las Colonias.
Fue hasta mediados de la década de los noventa, a sabiendas de que en el Panteón de Santiago existía una Rotonda para Coahuilenses Ilustres, pero ignorando quienes eran sus moradores, que me impuse la tarea de escribir un libro para dar a conocer quiénes eran los personajes que hasta allí habían arribado a la vez de dar a conocer cuales habían sido sus méritos para lograr tal distinción. Fue así como llegue a conocer que en total eran 22 personajes hasta fines de siglo y milenio allí reposaban, aunque años después llegaron dos más, entre los más conocidos: Juan Antonio de la Fuente; el general Lucio Blanco; don Nazario Ortiz Garza; el poeta saltillense Manuel Acuña; don Antonio Narro y precisamente el licenciado Carlos Pereyra Gómez, después de que sus restos fueron trasladados de Madrid, España, donde había fallecido el 30 de junio de 1942 a los 71 años de edad; seis años después sus restos fueron trasladados a nuestro país e inhumados directamente en la Rotonda de Coahuilenses Distinguidos en noviembre de 1946. (Datos copilados del libro La Rotonda de Coahuilenses Distinguidos y sus Moradores, junio de 1998), de mi autoría. Como es muy breve lo biografía que logramos en aquellos entonces, me voy a permitir transcribirla en su totalidad. Carlos Pereyra Gómez nació en Saltillo, Coah., el 3 de noviembre de 1871 siendo sus padres el ingeniero Manuel Pereyra Bosque y la señora María de Jesús Gómez Méndez.
La instrucción primaria la cursa en el Colegio de San Juan en su misma población natal, lo mismo que la secundaria y preparatoria en el Ateneo Fuente. Posteriormente se traslada a la capital del país para ingresar a la Escuela de Leyes.
Al iniciar su carrera, Carlos dio pruebas de su talento y laboriosidad al escribir artículos literarios y periodísticos que denotaban que existía en el joven estudiante indudable pluma de escritor. Antes de terminar su carrera en 1895, se le designa como miembro de la Comisión codificadora del Estado de Coahuila, dando inicio así a su actuación dentro de la vida pública, logrando pronto conquistar importantes cargos dentro de la vida pública, logrando pronto conquistar importantes cargos dentro de la administración y en el mundo de las letras. El 7 de mayo de 1898 contrae matrimonio con María Enriqueta Camarillo y Roa, novelista y poetisa veracruzana, fiel compañera de toda su vida.
Dentro de su obra literaria y periodística tiene en su haber ser fundador en el año de 1897 del Semanario El Pueblo Coahuilense. En julio de 1905 inicio sus actividades pedagógicas al ser designado profesor de lengua nacional en la Escuela Nacional Preparatoria; un año después impartió la cátedra de Historia Patria y en 1907 la de sociología en la Escuela Nacional de Jurisprudencia. Ese mismo año ocupo un curul en la Cámara de Diputados.
Continuará...
