La ola de ataques yihadistas en Burkina Faso ha causado 150,000 desplazados solo este mes, lo que eleva a más de 700,000 el número de personas que se han visto obligadas a dejar su hogar por la violencia en el último año. (ARCHIVO)
La ola de ataques yihadistas en Burkina Faso ha causado 150,000 desplazados solo este mes, lo que eleva a más de 700,000 el número de personas que se han visto obligadas a dejar su hogar por la violencia en el último año, denunció hoy la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
El país es uno de los más afectados por la violencia yihadista que afecta a otras zonas del Sahel (Mali, Nigeria, Níger y Chad, además de Burkina Faso) y está sufriendo un aumento en la frecuencia e intensidad de la violencia que ejercen los grupos armados mediante asesinatos, violaciones y saqueos en aldeas, subrayó el portavoz de ACNUR Andrej Mahecic.
"Los ataques en esa región no tienen fronteras, y sorprende la rápida escalada de violencia en tan sólo 12 meses", señaló en una rueda de prensa el portavoz, quien subrayó que "el nivel de atrocidades al que está expuesta la gente allí requiere una acción a largo plazo".
En respuesta a la crisis, ACNUR está aumentando sus operaciones en la zona, en particular el reparto de ayuda humanitaria a desplazados y refugiados, y a las comunidades que los acogen.
Los ataques yihadistas en Burkina Faso se atribuyen al grupo local Ansarul Islam, a la coalición yihadista del Sahel Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (GSIM) y al Estado Islámico en el Gran Sáhara (EIGS), que atacan también en los vecinos Mali y Níger.
En uno de los ataques más recientes, perpetrado el pasado domingo, 24 personas murieron, entre ellas un sacerdote protestante, y 18 resultaron heridas en el pueblo de Pansi, en el norte del país.
