En una librería de viejo encontré un devocionario. Entre sus páginas había una hoja en la cual alguien escribió esto:
Miserere.
Cuando llegue la noche,
con estrellas u oscura, no sé,
mi Señor Jesucristo
perdóname.
Cuando lleguen las sombras,
en paz o en zozobra, no sé,
mi Señor Jesucristo
perdóname.
Cuando llegue la muerte,
amorosa o malvada, no sé,
mi Señor Jesucristo
perdóname.
Perdóname lo que Tú sabes y yo sé.
Perdóname.
¡Hasta mañana!...