El partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) recordó que en el país miles de comunicadores han sido perseguidos y asesinados. (EFE)
El presidente de Colombia, Iván Duque, envió ayer domingo un mensaje a los periodistas del país, en el marco de la celebración del día del periodista.
"Quiero felicitarlos por esa importante labor, vital para la democracia, porque ustedes cumplen la función de informar y formar opinión. Nuestra admiración y cariño a quienes desempeñan esta hermosa profesión", manifestó.
Sin embargo, el partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) recordó que en el país miles de comunicadores han sido perseguidos y asesinados.
"Su labor rigurosa y en búsqueda de la verdad muchas veces ha sido incómoda para quienes mantienen la violencia y la desigualdad en este país", acusó el partido derivado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), grupo guerrillero que depuso las armas en 2016 tras la firma de los Acuerdos de Paz con el entonces presidente Juan Manuel Santos.
Además, la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) notificó que en los últimos tres años han sido amenazados 583 periodistas en Colombia, además de identificar que este tipo de intimidaciones se han multiplicado desde la firma de los Acuerdos de Paz.
"Las disputas entre nuevos grupos armados han marcado zonas vedadas para la prensa: Caloto, Corinto y Miranda en el Cauca; Llorente y la zona fronteriza con Ecuador en el Pacífico; y varios puntos que empiezan en Arauquita y terminan en Puerto Asís, en Putumayo. Una serie de coordenadas que dibujan los puntos ciegos del país", reportó la FLIP en la presentación de su Informe anual 2019, "Callar y fingir, la censura de siempre".
"Los curtidos reporteros regionales conocen bien esas viejas formas de represión que, a finales de los noventa y principios del 2000, socavaron en Colombia la libertad de informar. Pasmadas, las autoridades han optado por un discurso que deslegitima el trabajo de los reporteros y el valor del periodismo, y que buscan imponer una narrativa de ficción", señaló la FLIP.
Los periodistas colombianos, añadió la Fundación, han tenido que exiliarse en el extranjero, mientras las voces críticas son amedrentadas y el gobierno utiliza estrategias mediáticas para desprestigiar su trabajo.
"Este no puede ser el discurso de un gobierno democrático, no son solo tácticas en redes sociales, también incluyen tareas de inteligencia y seguimientos ilegales que, aunque son advertidas, encuentran en la impunidad el mejor refugio", criticó la FLIP.
