En los enfrentamientos de Idlib murieron también ocho ciudadanos turcos, según anunció Ankara. (ARCHIVO)
Decenas de civiles y combatientes han muerto este lunes en el noroeste de Siria en una intensificación de la ofensiva que llevan adelante las tropas leales al presidente sirio, Bachar al Asad, con apoyo de Rusia, en esa zona del país considerada el último reducto de la oposición.
Este lunes nueve personas, todas ellas pertenecientes a una misma familia, perdieron la vida en un ataque de las fuerzas gubernamentales contra una furgoneta en la que viajaban en el oeste de Alepo, según informó la Defensa Civil Siria, que desarrolla labores de rescate en las zonas que escapan al control del Gobierno.
Según la Defensa Civil, conocida como Cascos Blancos, la familia estaba huyendo de la violencia que se ha intensificado notablemente en las poblaciones del oeste de Alepo y en Idlib, donde ayer, domingo, murieron 16 civiles y se produjeron 23 heridos, de acuerdo con la misma fuente.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó de que un total de 14 civiles murieron en ataques que atribuyó a la aviación rusa contra zonas con presencia de grupos armados rebeldes.
Paralelamente se han producido al menos 45 muertos entre soldados sirios y combatientes de las facciones opositoras en "intensos" bombardeos y "violentos" combates en Alepo e Idlib, según la ONG con sede en Reino Unido pero con una amplia red de colaboradores sobre el terreno.
En los enfrentamientos de Idlib murieron también ocho ciudadanos turcos, según anunció Ankara que responsabilizó al Ejército sirio.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo que se trata de tres civiles y cinco soldados y afirmó que sus tropas llevan a cabo una operación militar de castigo por la muerte de esos ciudadanos.
Las fuerzas de Turquía operan en el norte de Siria sin el beneplácito del Gobierno de Damasco y con el apoyo de facciones rebeldes locales.
