Resulta que la mujer no era fotógrafa profesional, sólo aficionada que mintió sobre su portafolio. (INTERNET)
Lin y Brendan Lavery, de 69 años, y de 71 años respectivamente, decidieron casarse después de mucho tiempo juntos y contactaron a una fotografía por internet luego de ver que sus publicaciones parecían de buena calidad.
La fotógrafa cobraba 100 libras la hora, 2500 pesos aproximadamente, y el acuerdo era que la mujer cubriría la ceremonia y celebración, una sesión de dos horas en total.
Sin embargo, una semana después, cuando la pareja recibió las fotografías, todas estaban borrosas o desenfocadas.
“La mayoría de las imágenes estaban desenfocadas. Eran terribles. No podíamos creer que fueran tan malas. Mi nieto de seis años habría hecho un trabajo mejor”, le dijeron a Gloucestershire Live.
Cuando se quejaron con ella, la mujer los bloqueó de su página de Facebook. Así fue como descubrieron que ella era nada más una aficionada y que las imágenes que publicaba en redes sociales que decía que eran suyas, en realidad eran de archivo.
La pareja no sólo perdió el dinero, sino que tuvo que volver a celebrar la boda para conseguir fotografías del evento.
DA.