Joe Judge ha sido asistente de Nick Saban y Bill Belichick, dos de los mejores coaches en la historia del futbol americano. (AP)
Tras una campaña para el olvido, los Gigantes de Nueva York emprendieron la búsqueda de un entrenador por tercera vez desde 2015. Esta vez, querían a alguien capaz de liderar un plantel joven.
Ayer, al confirmar la contratación de Joe Judge, los Gigantes se decantaron por un asistente de 38 años, quien había sido coordinador de equipos especiales y entrenador de receptores en los Patriotas de Nueva Inglaterra. Judge jamás ha sido entrenador en jefe, ni siquiera a nivel colegial.
Pero los Gigantes obtienen los servicios de un joven que ha trabajado con dos de los mejores entrenadores del futbol americano en los últimos 30 años, Bill Belichick en la NFL y Nick Saban en el colegial.
Nueva York confía en que el éxito de esos estrategas haya dejado una marca en Judge y contribuya para que los Gigantes recuperen la relevancia perdida en la NFL.
"Joe es uno de los coaches jóvenes más brillantes en nuestra profesión, y pienso que hará un trabajo tremendo como entrenador en jefe de los Giants de Nueva York", dijo Saban en un comunicado. "Ellos están obteniendo a un coach extremadamente inteligente, que es muy leal, organizado y diligente para realizar el trabajo".
Los Gigantes y los representantes de Judge llegaron a un acuerdo contractual ayer, menos de 24 horas después de que se le ofreció el empleo y se le pidió tomar las riendas de una franquicia que ha avanzado a los playoffs sólo una vez desde que ganó su último Super Bowl en febrero de 2012.
Judge sucede a Pat Shurmur, despedido hace una semana tras ganar únicamente nueve partidos a lo largo de dos campañas.
"Durante el último par de días, tuvimos grandes conversaciones sobre el lugar en que está el equipo, a dónde se dirige y cómo vamos a llegar allá", explicó Judge en un comunicado. "Mi trabajo consiste en guiar a nuestros jugadores y coaches. La misión es clara: ganar partidos".
La contratación resultó sorpresiva. Judge no era favorito para quedarse con la plaza, compitiendo con un grupo de candidatos más experimentados.
