Aún cuando se instalaron los nuevos bolardos que servirían para inhibir varias malas prácticas, a los automovilistas pareciera no importarles y se siguen estacionando sin recato alguno.
Desde que el Paseo Morelos se volvió semipeatonal en su orientación de poniente a oriente, se prohibió que los automóviles se estacionaran, aún para quienes tuvieran ahí su hogar sin cochera.
Es constante que las cámaras capten cómo habitantes del sector, así como empleados de alguna oficina o visitantes, se estacionan sobre este sentido, obstruyendo el paso de los peatones.
Y aún cuando se instalaron los nuevos bolardos que servirían para inhibir varias malas prácticas, a los automovilistas pareciera no importarles y se siguen estacionando sin recato alguno.