La mayoría de los manifestantes utilizaban máscaras con diseños alusivos al grupo étnico. (EFE)
Al menos mil personas se manifestaron ayer domingo en Hong Kong en favor de la liberación de miembros del grupo étnico Uigur de los centros en los que el gobierno chino los tiene detenidos. La mayoría de los manifestantes utilizaban máscaras con diseños alusivos al grupo étnico.
Durante la protesta los manifestantes retiraron las banderas de China y de Hong Kong del ayuntamiento de la ciudad para subir al asta el antiguo lábaro de la comunidad, así como la de los uigures y la estadounidense.
Esta acción desencadenó el enfrentamiento con los policías que vigilaban la protesta, quienes les propinaron golpes con toletes, utilizaron gases lacrimógenos y dispararon balas de goma hacia un puente peatonal que al rebotar lastimaron a una persona.
Los manifestantes lanzaron piedras y botellas de cristal para defenderse, aunque la policía los superaba en equipamiento.
Algunas personas fueron detenidas durante la manifestación y cuando los contingentes se dispersaron por la tarde, otros más intentaron protegerse en un centro comercial, pero los policías antidisturbios entraron para detenerlos.
La comunidad Uigur, de creencias musulmanas, fue enviada en China a centros de "reeducación". El Comité de la ONU contra la discriminación racial expresó su preocupación porque en estos espacios están recluidos casi un millón de personas según sus cálculos.
El Gobierno de China aseguró que actualmente ofrece consejos y asesorías a los habitantes de estos centros y que no se maltrata a los integrantes de estas comunidades en las que han denunciado que fueron privadas de su libertad.
La protesta se sumó a las manifestaciones que llevan al menos siete meses en las calles de Hong Kong, en demanda de mayores libertades políticas.