Johnson (c) llegó a la capital de Estonia para asegurarle a su homólogo Juri Ratas, el apoyo sin reservas a la seguridad. (EFE)
El primer ministro británico Boris Johnson dijo que espera mejorar las relaciones con Rusia pese a reconocer "problemas terribles" y que ha comparado anteriormente al mandatario ruso, Vladímir Putin, con un personaje de la saga de Harry Potter.
"Soy como muchas personas en Europa occidental que siempre esperan que podamos tener mejores relaciones con Rusia. Siempre esperamos [...] pero es muy decepcionante porque tenemos problemas terribles", dijo Johnson ante el portal informativo ERR News.
Johnson llegó a la capital de Estonia para asegurarle a su homólogo Juri Ratas, el apoyo sin reservas a la seguridad de la república además de visitar las tropas británicas en la base militar de Tapa.
Al ser cuestionado sobre una comparación que ha hecho del presidente Vladímir Putin con Dobby, elfo doméstico de la saga de Harry Potter, él evitó compararse con alguno de los personajes.
Ante más de 800 tropas del Reino Unido estacionadas en Estonia como parte de un grupo de batalla de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Johnson también dijo no estar de acuerdo con el presidente francés Emmanuel Macron que ha dicho que el organismo tenía muerte cerebral.
"Incluso Emmanuel, que es un gran pensador sobre estas cosas, estaría de acuerdo en que la OTAN es una alianza muy importante que ha sido históricamente la alianza militar más exitosa en los últimos 500 años y tiene un gran futuro", informa ERR News.
La anexión de la península ucraniana de Crimea en 2014 por parte de Moscú, lo distanció de los países occidentales y la Unión Europea (UE) le impuso duras sanciones.
De manera bilateral, Rusia y Reino Unido se agravaron a partir del envenenamiento, en marzo de 2018, en la ciudad inglesa de Salisbury del exespía ruso Serguéi Skripal y su hija Yulia con Novichok.
Los rusos negaron el ataque a pesar de que Londres los acusó de estar detrás. Diferencia que les hizo expulsar a sus respectivos diplomáticos. Johnson dijo como canciller de aquel entonces que Rusia era "una fuerza maligna y disruptiva".
