Fernández, abogado de 60 años, inició y concluyó su discurso con un recuerdo al expresidente Raúl Alfonsín. (ARCHIVO)
El peronista Alberto Fernández asumió este martes la Presidencia de Argentina con un llamado a la unidad para superar "el muro del rencor y del odio entre argentinos" y con el foco en aliviar la grave crisis económica, paliar la pobreza y renegociar la deuda que asfixia este país.
En medio de ovaciones y la marcha peronista, Alberto Fernández recibió la banda y el bastón presidencial de manos de Mauricio Macri, el primer mandatario argentino no peronista que termina su mandato desde el retorno de la democracia en 1983.
Fernández, abogado de 60 años, inició y concluyó su discurso con un recuerdo al expresidente Raúl Alfonsín, el primer mandatario democrático tras la dictadura argentina, y también tuvo palabras de agradecimiento a la exmandataria Cristina Fernández (2007-2015), que le acompañará como vicepresidenta.
CERRAR LA GRIETA QUE DIVIDE ARGENTINA
En un discurso de más de una hora, el nuevo presidente, que llegó al Congreso conduciendo su propio automóvil, apeló a dejar atrás la grieta ideológica que divide Argentina y tuvo un tono conciliador aunque criticó la gestión económica de su antecesor y anunció medidas económicas, políticas y judiciales.
"Apostar a la fractura y a la grieta significa apostar a que esas heridas sigan sangrando. Actuar de ese modo, sería lo mismo que empujarnos al abismo. No cuenten conmigo para seguir transitando el camino del desencuentro", aseguró.
Fernández, que ganó las elecciones del pasado 27 de octubre al frente de una candidatura que consiguió unir al peronismo tras años de divisiones, convocó a "la unidad de toda la Argentina en pos de la construcción de un nuevo contrato de ciudadanía social", un pacto que será "fraterno y solidario", añadió.
El expresidente Macri aseguró este sábado que Fernández va a encontrar una oposición constructiva y no destructiva.
INTEGRACIÓN PLURAL Y GLOBAL
En un convulso escenario regional y en medio de un frenazo económico global, Fernández señaló que Argentina tendrá una "diplomacia comercial dinámica" y en materia de relaciones internacionales pondrá en marcha "una integración plural y global".
Con Brasil, principal socio comercial de Argentina junto con EUA, Fernández abogó por construir" una agenda ambiciosa, innovadora y creativa, en lo tecnológico, productivo y estratégico, que esté respaldada por la hermandad histórica de nuestros pueblos y que va más allá de cualquier diferencia personal de quienes gobiernan la coyuntura".