José Valencia, canciller de Ecuador, envió una carta el 2 de diciembre a Michelle Bachelet, alta comisionada para los DD. HH. (ARCHIVO)
El Gobierno de Ecuador descalificó el informe de Naciones Unidas (ONU) sobre las protestas registradas en el país en octubre pasado, tras considerar que no refleja la violencia de los manifestantes, al centrarse en la actuación de las fuerzas del orden.
La postura del Gobierno ecuatoriano fue expresada por el canciller José Valencia, quien envió una carta el pasado 2 de diciembre a la alta comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, Michelle Bachelet, cuyo contenido fue revelado este jueves.
Valencia indicó que el reporte divulgado por la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (OACDH) de la ONU, el 29 de noviembre pasado, "no refleja en su real dimensión el contexto de violencia" de las protestas antigubernamentales registradas entre el 3 y el 13 de octubre en Ecuador.
"El comunicado (de la ONU) pone un desmesurado acento en los supuestos excesos de la fuerza pública, mientras muy de paso describe el gran daño causado por los manifestantes a personas y bienes públicos y privados, o la virulencia de los disturbios, que provocaron terribles efectos", señaló el canciller.
El reporte de la ONU "se limita a observar que 'algunos manifestantes' recurrieron a la violencia. Nos hemos quedado sorprendidos por ese cálculo tan frugal del número de personas que cometieron actos violentos, saqueos y hechos vandálicos, y sabotearon instalaciones públicas y negocios privados", añadió la misiva.
"No fueron 'algunos' manifestantes sino, en realidad, centenares de atacantes que en varios puntos del país y en especial en Quito actuaron de una manera concertada, con tácticas de guerrilla urbana y evidente premeditación", destacó el ministro de Relaciones Exteriores.
"Acusar de estigmatización a un Gobierno como el del presidente (Lenín) Moreno es una apreciación injusta y que a todas luces no se corresponde con la realidad", apuntó Valencia.