El lusitano se estrenó como técnico de los Spurs con una victoria ante West Ham por lo que hoy buscará triunfar en el torneo europeo. (AP)
La era del portugués José Mourinho en Tottenham tuvo un arranque inmejorable gracias a la victoria del sábado ante West Ham, y la siguiente prueba para el portugués será su debut en Champions League contra Olympiacos, en el que sus dirigidos van por su pase a octavos de final.
Los de la capital inglesa se ubican en el subliderato del grupo B, con siete puntos, y una victoria les daría el pase a la siguiente ronda; por su parte, los helénicos son coleros del sector con sólo una unidad, sin embargo, aún tienen remotas, casi nulas, oportunidades de clasificar.
En conferencia de prensa, el estratega luso declaró: "tenemos que calificar, ese es nuestro enfoque. Denme tiempo para desarrollar mis ideas y no tendremos ningún problema para jugar contra cualquier equipo en Europa. No le tenemos miedo a nadie".
Una de las razones por las que los Spurs confiaron en el nacido en Setúbal es su amplia experiencia para afrontar esta competencia, lo que le ha valido para ganar dos "Orejonas", en 2004 con Porto y 2010 con el Inter de Milán.
"Si puedes ganar en casa en tu primer juego, es importante. Nuestro estadio es el mejor del mundo y tenemos un gran apoyo, por lo que vamos a tratar de tener un buen resultado y calificar", agregó.
El pitido inicial de este cotejo entre Tottenham y Olympiacos está programado para las 14:00 horas (tiempo del centro de México).
SINTIÓ 'ENVIDIA'
Mourinho reconoció que cuando le tocó enfrentar al equipo que actualmente dirige en su antigua casa, el White Hart Lane, sintió envidia por el apoyo que recibían de su afición.
En conferencia de prensa previa al partido ante Olympiacos, el luso recordó los días que tuvo que visitar a los Spurs y destacó la entrega de sus seguidores.
"Cada vez que jugaba contra los Spurs en White Hart Lane siempre sentía esa envidia por el apoyo que tenía el equipo, la conexión, la relación con los fanáticos", admitió.
Mourinho dirigirá su primer encuentro en el nuevo estadio del Tottenham, donde espera conectar con los asistentes y apoyar para que la empatía con el cuadro local continúe, hecho que lo haría feliz.
Aunque está consciente de que los malos resultados causan una desconexión con los aficionados, pronostica que mañana podría disfrutar del respaldo de los seguidores, dado que aman al equipo, hecho que motiva a sus jugadores.
"Los fanáticos aman al equipo, aman al club, el estadio y creo que mañana (hoy) puede ser el reinicio de esa empatía entre los aficionados y el equipo", agregó.
