NÚMERO 3 DE LA SERIE, CINCO COAHUILENSES, PRESIDENTES DE MÉXICO, GRAL. MELCHOR ECA Y MÚZQUIZ, SEXTO PRESIDENTE INTERINO DE LA REPÚBLICA MEXICANA
El día 4 de diciembre de 1829, el General Melchor Múzquiz se presentó ante las Cámaras y rindió la protesta de ley, en virtud de que el presidente Bustamante había pedido y obtenido permiso del Congreso para dirigir personalmente la campaña militar en contra de los enemigos del gobierno. Así fue como Múzquiz al llegar a la silla presidencial, acordó nombrar a los miembros de su gabinete:
El 18 de agosto se hicieron los nombramientos: el Ministerio de Relaciones Interiores y Exteriores, Francisco Fagoaga; para el Ministerio de Justicia, Juan Ignacio Godoy; para el Ministerio de Hacienda, Ignacio Alas; y para el Ministerio de Guerra, Ignacio Iberri. Este ministerio rindió su protesta al siguiente día 20.
Al subir al poder el Brigadier Múzquiz, retiró del Senado la propuesta que había hecho el Presidente Bustamante, para que Múzquiz fuera ascendido a General de División, cosa que revela el temperamento y honradez de este personaje, al no aceptar un ascenso que consideraba no había ganado en buena lid, pues todos los grados anteriores los había logrado mediante acciones de armas.
La situación que reinaba a fines de 1832 era sumamente grave para el Presidente Múzquiz, ya que tanto en el sur, como en el centro, en Zacatecas y otros lugares, reconocían como presidente legítimo a Gómez Pedraza y estaban solicitando su presencia en el país desde el destierro en que se encontraba.
Múzquiz presentó por tres veces su renuncia ante el Congreso, pero no se le había aceptado. El Comandante General de México, General José Joaquín de Herrera, unificó las opiniones de diversos grupos y se reunieron en un pronunciamiento de todas las fuerzas de la Capital, proclamando la legitimidad de Gómez Pedraza que ya se encontraba en Puebla; Herrera notificó a Múzquiz la decisión y momentáneamente el 27 de diciembre de 1832, quedaron presos en Palacio tanto el presidente Múzquiz; como los miembros de su gabinete, mismos que por la tarde quedaron libres y se fueron cada uno para su casa, Múzquiz hizo igual, dejando el poder en manos del Gobernador del Distrito Ignacio Martínez, mientras el presidente Gómez Pedraza, quien prácticamente, ya desde Puebla, ejercía el Poder Ejecutivo.
El primero de marzo de 1833, el gobierno de Pedraza, dio de baja a los siguientes militares: Melchor Múzquiz, Morán, Michelena, Calderón, Andrade y Manuel Rincón, por considerarlos comprendidos dentro de lo que determinaba el artículo 11 de los Convenios de Zavaleta, A Múzquiz se le confinó a Padilla, pero la orden no fue cumplida y poco después se revocó la orden de retiro de las armas y Múzquiz regresó a su puesto dentro del ejército.
El 19 de mayo de 1837 formó el Congreso las ternas para el Supremo Poder Conservador, estando en la cuarta el General Melchor Múzquiz, el General Guadalupe Victoria y el Dr. Miguel Valentín.
El Congreso nombró para miembros del Supremo Poder Conservador, a los siguientes: Lic. José Justo Corro, Rafael Mangino, José Ignacio Espinosa Melchor Múzquiz y Manuel Sánchez de Tagle.
En julio de 1839, el General Múzquiz dejó el puesto en la Corte Marcial, y lo substituyó el General Nicolás Bravo.
Por fin, el 12 de febrero de 1842, Melchor Múzquiz, fue ascendido a General de División, que era el máximo grado en la milicia de nuestro país. Con ese grado, siguió desempeñando algunos otros cargos en el ejército por dos años más.
El 9 de diciembre de 1844, el gobierno confirió al General de División Melchor Múzquiz, la Administración de Correos, cargo que pocos días desempeñaría, debido a que en ese mismo mes le sorprendió la muerte.
Muerte de Melchor Múzquiz. El día 14 de diciembre de 1844, asienta José Ramón Malo, en su Diario de Sucesos Notables: Murió el Excelentísimo Señor General don Melchor Múzquiz a las cuatro de la mañana.
Efectivamente ese 14 de diciembre, en la Villa de Guadalupe, murió un mexicano, pobre, pero honrado en grado sumo, que había escalado por riguroso escalafón, todos los grados del Ejército Mexicano; que había estado en las Cámaras; que había sido Gobernador del Estado de México y que había llegado a la silla presidencial. Casi indigente, y eso a la luz de nuestros días se antoja para Ripley, pero que, en los albores de la República y durante el siglo pasado, era frecuente; para entenderlo, tenemos que remontarnos a esas fechas en que el pundonor de las gentes ocupaba el primerísimo lugar. Dicen algunos historiadores que los restos del General Múzquiz fueron sepultados en el Panteón de San Fernando que ahora se encuentra mutilado y, por lo mismo, no fue posible encontrar su tumba, donde los mexicanos deberíamos rendirle siquiera el homenaje de un modesto monumento...
... El 3l de julio de 1845, el Presidente José Joaquín de Herrera promulgó un Decreto del Congreso por el que se le declaró Benemérito de la patria a Múzquiz, y se mandó que su nombre fuera inscrito en el Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados.
El Gobernador del Estado de Coahuila, D. Santiago Rodríguez, decretó el 3l de enero de 1850, lo que sigue: ...Esta Villa tendrá la denominación de Múzquiz, por haber nacido en ella, el benemérito General de División D. Melchor Múzquiz.
... Siendo Gobernador del Estado de Coahuila, don Carlos Garza Castro, el Congreso del Estado expidió el decreto número 456 de fecha 22 de diciembre de 1924, publicado en el Periódico Oficial, de fecha 9 de marzo de 1925, y que dice:
Se eleva a la categoría de ciudad, bajo la denominación de ciudad Melchor Múzquiz, a la actual Villa de Múzquiz, cabecera del Municipio del mismo nombre.
