El ánimo con el que iniciaron decayó la tarde del domingo.
La retirada de los integrantes de las Cadenas Productivas, a quienes representa el presidente de la Comisión de Agricultura y Soberanía Alimentaria de la Cámara de Diputados, Eraclio Rodríguez, dejó en las inmediaciones del Palacio Legislativo de San Lázaro una imagen de abandono.
Las tiendas de campaña que albergaron a los campesinos durante una semana y en donde pasaron frío, calor y lluvia, ya fueron retiradas, dejando abandonadas prendas de vestir, zapatos, latas de cerveza y botellas de licor.
Los lazos que sostenían los enlonados de las calles Emiliano Zapata y frente a la entrada principal, ubicada sobre Avenida Congreso de la Unión, permanecen en el lugar, pero ya no se ve gente. Tal y como lo anunció Homero Aguirre Enríquez, del Movimiento Antorchista, en la medida en que se fueron retirando las organizaciones que encontraron respuestas a sus demandas, los de su agrupación se fueron acercando a las entradas del Palacio Legislativo, que están bloqueadas.
Allí en la Puerta 1 sobre la calle Emiliano Zapata, donde se enfrentaron las organizaciones de las cadenas productivas con los integrantes de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA) el miércoles pasado, por haber permitido la entrada a diputados de la Junta de Coordinación Política y a los dirigentes del Frente Auténtico del Campo, se reconstruyeron algunos manteados. Ahora, en la mayor parte de las ocho puertas de acceso a San Lázaro, los contingentes más numerosos son los de la UNTA y los de Movimiento Antorchista, pero ya no se compara el número de manifestantes con los que hubo a lo largo de la semana pasada.
Julio Contreras, quien dijo ser integrante del Movimiento Antorchista del Estado de México, dijo que "ellos comenzaron a irse desde el sábado, por la mañana, hay quienes dicen que se fueron a descansar, pero otros dicen que sus líderes ya tuvieron respuesta de los diputados".
El diputado Eraclio Rodríguez, afuera de la Cámara ya nada más está la UNTA. La fuerza, las consignas y el ánimo con que inició la semana pasada la protesta, contrasta con la depresiva tarde de domingo.